En la vasta superficie de terreno dominada por el monte de "El Real", en el término de San Pedro de Ceque, emerge un buen número de árboles centenarios, de fresnos. Ejemplares arbóreos coetáneos, muchos de ellos, del desaparecido cenobio del "Pernacio" y de la fundación del actual caserío de San Pedro.

Un fresnedal que ha sido invadido en las últimas décadas por robledales que han venido originando una considerable merma en la población de los árboles protegidos. El "ahogamiento" del fresnedal por culpa de la proliferación de robles y la merma de la capa freática han sido los detonantes de una pérdida cuantificada en más de 200 fresnos, del medio millar con que contaba la zona hace dos décadas. Y ello, en el área más inmediata del Real Alto, la atravesada por el arroyo del Regato, el cauce que en el siglo X, concretamente en el año 983, aparece ya en referencias documentales como "río Uña", el que bautizó así al lugar o caserío de Uña de Quintana, aguas arriba de San Pedro de Ceque.

Gracias a las labores que actualmente se vienen realizando por alumnos del programa mixto de formación, denominado como "actividades auxiliares en conservación y mejora de montes", un grupo de ocho alumnos en materia forestal, al frente de un director y un monitor, realizan trabajos de clara y clareo para pasar a poda de altura de los fresnos, como apuntan el monitor Víctor Arias y el director Ramón Castellano.

Estas tareas permiten airear el arbolado en peligro, ya que la imperiosa necesidad de oxígeno venía siendo reclamada a gritos. El silente lamento de los fresnos centenarios se venía percibiendo en la amplia foresta. Sobre todo en la más inmediata entre el arroyo y la carretera de Uña, con una reducida superficie de 40 hectáreas de un total de 960 hectáreas que domina el conjunto total del monte de utilidad pública "el Real".

La falta de oxigenación en el arbolado y la pérdida de nivel de la capa freática constituyen los factores determinantes de la sequedad y consecuente pérdida de una buena parte de ejemplares que rondan el millar de años.

El reducido nivel del manto freático se llega apreciar con relevancia en el propio lecho del arroyo. Y ello, en estas dos últimas décadas. La pérdida del nivel del acuífero puede deberse a un sinfín de factores que ya han venido analizando "in situ" algunos técnicos, como ha podido conocer este diario. No en vano, desde la Confederación Hidrográfica del Duero se estudian diversas opciones en el propio cauce. Y todo ello con el fin de preservar este espacio medioambiental generoso en fresnos de varios siglos.

Los alumnos del taller de empleo promovido por el Ayuntamiento de San Pedro de Ceque y financiado por el SECYL clausuran el programa a finales de mayo poniendo fin a una actividad teórica y práctica que se ha venido desarrollando durante seis meses.