"¡Dora, agárrese por favor!". Una vecina del número 11 de la calle Matemático Pedrayes socorrió la mañana del martes a Adoración Gandarillas, una benaventana de 94 años , minutos después de que se cayese por un hueco interior del edificio (similar al tiro de una chimenea) de cerca de 21 metros de longitud y atravesado por cañerías y tubos de acometida. Pese a que los Bomberos de Oviedo lograron rescatarla consciente, falleció poco después -hacia las 10.40 horas- dentro de una uvi estacionada ante el portal.

La mujer había subido a la planta de los trasteros, en el octavo, para coger un tablero. El material estaba almacenado tras la puerta que conduce al tiro de ventilación. Por eso, la principal hipótesis sobre lo ocurrido es que la víctima perdió el equilibrio tratando de alcanzar el tablón y se precipitó por el hueco. Adoración logró sujetarse en un primer momento a uno de los conductos que cruzan el espacio, a unos dos metros de distancia del punto desde donde se había caído. Según la versión que ofreció a este periódico la vecina que acudió en su ayuda, Belén Alarma, el marido de la víctima -también nonagenario- se impacientó al ver que su mujer tardaba demasiado, así que cuando descubrió lo que había pasado, bajó al séptimo a pedirle socorro. "Gritó que Dora estaba en los trasteros. Estaba nerviosísimo. Me puse el albornoz, cogí el móvil, salí aprisa y subí al octavo. Al verla allí agarrada casi me da algo y llamé a Policía y Bomberos".

Curiosamente, en ese momento el personal del gimnasio anexo al número 11 de Matemático Pedrayes detectó una fuga de agua en la sala destinada al "kick boxing". "El agua caía a chorros por varias zonas del techo y no teníamos ni idea de qué estaba pasando. Localicé a la portera y avisamos al administrador del edificio", explica el director del centro deportivo, Abel Martín. Al parecer, el gimnasio y el inmueble donde Adoración perdió la vida comparten conductos. Los Bomberos de Oviedo recibieron la llamada de alerta a las 10.20 horas y a los pocos minutos estaban en Matemático Pedrayes junto a una patrulla de la Policía Local. Cuatro agentes del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) se hicieron cargo del rescate. "Al asomarnos por la puerta del conducto de ventilación no la vimos. Se había ido cayendo por el tiro parando y golpeándose con distintos tubos de acometida". Para el subinspector del servicio, Evaristo Rodríguez, la operación entrañó una "enorme dificultad" por las pequeñas dimensiones y lo intrincado del espacio de ventilación, "de cerca de medio metro cuadrado de diámetro". Adoración se encontraba en la parte baja del conducto y la única forma de acceder a ella con garantías de rescatarla después, era picando una pared. El tiro de ventilación de ese inmueble sirve principalmente para airear los cuartos de baño de los pisos interiores. Por eso, ese tipo de servicios cuentan con una ventana que da al hueco de ventilación. Así, los bomberos entraron en el baño de un piso de la primera planta y agrandaron el marco de la ventana (de 40x30 centímetros) a mazazos.

Previamente, habían protegido a la mujer con una lona térmica y habían cortado el agua. Y es que Adoración soportó que le cayeran encima chorros de agua fría y caliente provenientes de varias cañerías que se rompieron a consecuencia de su caída. Además, sufrió lesiones graves al golpearse contra los conductos del tubo de ventilación.

Una vez a salvo, los técnicos sanitarios la trasladaron de inmediato a una uvi móvil donde falleció tras varios intentos fallidos para salvar su vida. Fuera, los vecinos esperaban angustiados cualquier noticia sobre el estado de Adoración, mientras su marido recibía atención médica por el shock.

Originaria de Benavente, trabajó toda su vida como ama de casa y durante algunos años realizó tareas de limpieza en oficinas. Vivía en la calle Matemático Pedrayes desde hace treinta años, justo después de que su marido se jubilase como portero de fincas urbanas. El matrimonio es muy querido en el entorno y tiene dos hijos, uno de los cuales vive en Galicia. Jesús Ríos Gandarillas, que dirige una autoescuela en Oviedo, afirmó en el tanatorio que su madre mantenía una excelente forma física pese a su avanzada edad. Adoración recibió sepultura ayer.