Santa Cristina de la Polvorosa tiene previsto reducir los costes que supone el tratamiento del vertido de residuos, una vez asuma la gestión de la EDAR en verano del 2018. Estas son las previsiones según los primeros cálculos estimados, aunque faltan aún por remitir al Ayuntamiento los primeros datos del tratamiento de la evacuación de los vertidos y de los costes que supone la depuración desde que Medio Ambiente de la Junta asumiese la gestión de las instalaciones de la EDAR con su puesta en servicio en agosto pasado.

Por lo pronto, el Consistorio ha elaborado ya una ordenanza reguladora y tendrá que implantar una fiscal en base a los datos trimestrales que obren en su poder durante este año de gestión por parte de la Dirección General de Calidad Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente. No obstante, de las arcas de tesorería municipal han salido ya los pagos de los primeros recibos de la luz con un coste que se cifra en torno a 1.000 euros mensuales, lo que supondría unos costes de 12.000 euros al año. Estos costes calculan desde el Consistorio que se verían reducidos cuando se gestione únicamente el vertido procedente de la población y de pequeñas industrias auxiliares, ya que ahora la EDAR se encuentra a pleno rendimiento al recibir los vertidos de la factoría quesera, con instalaciones en la carretera de Mózar. Esta fábrica viene ultimando los trámites para su planta depuradora con lo que previsiblemente, según ha podido conocer este diario, en la primavera próxima esté ya en funcionamiento la EDAR de la factoría quesera disponiendo entonces de una depuración de vertidos con plena autonomía. Esta situación vendría a descargar el importante flujo que llega a la planta de la EDAR construida por la Junta.

Los cálculos ya realizados suponen que sin la emisión de vertidos de la factoría quesera que llega a la EDAR, estas instalaciones tratarían el 30% de lo que ahora mismo se está gestionando con lo que ello se traduce en una minoración de costes económicos, advertía ayer el alcalde Salvador Domínguez.

Estos costes económicos se traducirían al bolsillo de los vecinos en una notable reducción de lo que en un principio estaba previsto cuando se presentaba el proyecto de finalización de la planta de la EDAR en febrero de 2016. Sólo en coste de eléctricidad se cifraba una cantidad anual de casi 50.000 euros, incluidos impuestos, sin contar con las negociaciones con la compañía suministradora.

Entonces se cifraba que una familia media tendría que abonar entre 50 y 60 euros al año, con las nuevas previsiones la bajada sería más que notable, teniendo que abonar una tasa anual de 30 euros. No obstante y aunque todo apunta que así sería, los cálculos de la gestión de estos meses hasta el verano próximo serán quienes tengan la última palabra.