Medio centenar de vecinas de La Torre del Valle han celebrado la fiesta de águedas homenajeando a su águeda mayor, a Edelmira Cadierno Feliz. La nonagenaria recibía el bastón de mando en una emotiva jornada arropada por sus convecinas.

Emotiva por partida doble porque además de recibir los parabienes de sus paisanas, la fecha festiva venía a anunciar su inminente cumpleaños, el jueves 28 de septiembre. La honorable señora de La Torre del Valle nacía en esta fecha del año 1926.

Un receso en la comida de convivencia organizada en el salón cultural sirvió para que una de sus paisanas le dedicase una poesía. Otra vez las emociones, y Edelmira Cadierno se sentía muy feliz. No hacía falta que hiciese gala de su segundo apellido porque las emociones le embargaron. La festividad de las águedas se decidió hace tres años trasladarla a esta época de entrada del otoño, de final del verano, aprovechando que todavía muchos vecinos no han partido para su segundo lugar de residencia. Lo que un día comenzó con una comida entre un grupo de mujeres, se fraguó más tarde en la fiesta de las águedas. "¿Por qué no celebrarla a final del verano?", en lugar de hacerlo en pleno invierno, se preguntaron. Y así se hizo. Y desde entonces, todos los años por esta época se agasaja al águeda mayor. Y se hace con todos los honores, y Edelmira se sintió muy feliz.