Las ayudas a la pobreza hídrico-energética que concede anualmente el Ayuntamiento de Benavente estarán asociadas en 2018 al cumplimiento de medidas complementarias que exigirá la colaboración participación de los beneficiarios y será evaluado por un sistema de puntos.

La Concejalía de Bienestar Social, que durante la firma del convenio de colaboración con Aquona anunció cambios en las bases por las que se conceden estas subvenciones, está ultimando la implementación de medidas que condicionan la concesión de las ayudas a la asistencia de los perceptores a charlas y talleres.

Se trata de formación básica dirigida a concienciar a las familias necesitadas de que "en algún grado pueden y deben hacer algo para mejorar su economía doméstica" porque "el modelo de fundamentar la subsistencia en base al acceso a subvenciones y ayudas públicas no es eficaz, no mejora la calidad de vida y resulta muy negativo, desde el punto de vista educativo, para los hijos de estas familias", explica Antonio Vega, el responsable la Concejalía.

"Hay que evitar que la dependencia institucional y la pobreza se convierta en herencia de padres a hijos", agrega.

Para poner en marcha esta medida de concienciación, se ofrecerán en la segunda quincena de marzo dos charlas en el Salón de Actos de la Casas de la Cultura "La Encomienda" a cargo de ponentes con conocimiento y experiencia acreditada en este campo, y dirigidas a las 366 familias que integran actualmente la base de datos de hogares sin recursos.

Coincidiendo con estas charlas entregará a todas las familias de las bases de la convocatoria de las ayudas de pobreza hídrico-energética de este año 2017.

La formación básica estará a su vez complementada con formación específica de buenas prácticas en la gestión de la economía doméstica. Bienestar Social planea poner en marcha talleres prácticos que proporcionarán a las familias "herramientas y recursos organizativos para una mejor gestión de la economía familiar". Esta formación se desarrollará inmediatamente después de las charlas de concienciación, en el Centro Cívico "El Ferial" a lo largo de una semana y en grupos de veinte personas.

En base a estas charlas formativas, la Concejalía activará lo que denomina "cuenta de compromiso familiar". Se trata, explica Vega, de "una estrategia motivacional gestionada por cada familia, supervisada por la Concejalía de Bienestar, y dirigida a mantener activo el compromiso familiar de buena gestión y que otorgará a cada familia un punto por cada nuevo recibo de agua que ha sido abonado en tiempo y forma".

La puntuación que consigan las familias condicionará el acceso a la convocatoria de ayudas de pobreza hídrico-energética para 2018. "El acceso a la convocatoria estará vinculado al hecho de haber realizado la formación específica en gestión de la economía doméstica y al saldo de la cuenta de compromiso familiar, siendo exigible un saldo de al menos tres puntos, sobre un máximo posible de cuatro", precisa el concejal.

¿Qué ocurrirá si las familias no acuden a las charlas o a los talleres y no consiguen los puntos previstos? "No habrá menoscabo de la protección social", asegura Antonio Vega, aunque sí un seguimiento individualizado.

"En aquellos casos en los que no se haya realizado la formación específica y no dispongan de un saldo de al menos tres puntos en su cuenta, se estudiarán de forma personalizada, por parte de la Concejalía, las causas que objetivamente explican tales dificultades y se podría permitir el acceso a la convocatoria, con el compromiso expreso de las familias afectadas de realizar alguna colaboración en servicio de la comunidad, sin que ello les exima de saldar el recibo que pudiera estar pendiente de pago", precisa.