El valor catastral urbano de Benavente ha descendido un 1,407% y ha pasado de superar los 751 millones de euros a registra un valor total de algo más de 740 millones., 10,5 millones de euros menos que en 2015. Este descenso de algo más de un punto tiene que ver con el ajuste llevado a cabo por la Dirección General del Catastro después de que el Gobierno devolviese la condición de terrenos rústicos a todas la superficies que, pese a estar consideradas urbanas en los instrumentos de planeamiento, no hubiesen sido edificadas y adquirido legalmente esa condición tras un pronunciamiento del Tribunal Supremo.

Desde 2013, tras la última revisión catastral en Benavente, decenas de propietarios de fincas se encontraron con un importante incremento del IBI. En la mayoría de los casos, estas parcelas que tributaban como suelo rústico pasaron a tributar como urbanas al haberse recalificado e integrado en sectores de suelo urbanizable residencial o industrial. Muchos de estos propietarios pidieron explicaciones al Ayuntamiento y se encontraron con que no tenían más remedio que asumir su obligación fiscal. El catastro había tenido en cuenta en su revisión de 2013 el Plan General y había variado el nuevo régimen tributario del suelo recalificado como urbanizable aunque no se hubiera desarrollado.

Ahora se ha llevado a cabo el ajuste, y aunque todavía los datos no han quedado reflejados tanto en los registros anuales del catastro rústico como en las contribuciones urbana y rústica (el último dato publicado es de 2015 para estas tres variables), sí ha quedado constancia de la variación en los datos del catastro urbano de 2016.

Así, ha descendido en 284 el número de parcelas consideradas urbanas (un 6%); han descendido en 271 el número de hectáreas de superficie urbana; y del mismo modo hay 281 inmuebles menos que en 2015 que tributan como urbanos al tratarse de construcciones que anteriormente tributaban como rústicas.

Este descenso se ha dejado sentir del mismo modo en el valor catastral de las construcciones urbanas, que ha descendido en 3,64 millones de euros (0,68%); al igual que el valor catastral del suelo, que se ha visto minorado en 6,93 millones de euros (un 3,24% menos).

Debido a esta corrección derivada de la modificación de la Ley Hipotecaria y la Ley del Catastro Inmobiliario, el Ayuntamiento de Benavente inició de oficio a finales del año pasado la devolución de la diferencia recaudada por las fincas y las construcciones que habiendo cambiado de régimen a raíz de su recalificación en el Plan General de Ordenación Urbana y de la revisión catastral de 2013 habían comenzado a tributar como urbanas pese a seguir siendo rústicas. La devolución, cuyo importe global no ha trascendido, se ha ido produciendo de forma paulatina y a medida que se han ido resolviendo los expedientes a lo largo de este año, según confirmó ayer la Concejalía de Hacienda. La Dirección General del Catastro aportó los datos al Ayuntamiento.

Desde que la DGC creó la estadística en 2006 es la primera vez que la valoración catastral urbana de Benavente no crece y, por el contrario, disminuye con respecto a los datos del año anterior. La crisis y el parón de la construcción, uno de los motores que hasta el 2007 contribuyó a la expansión de la economía benaventana sigue en vía muerta. En 2016 no son detectables en la estadística datos que permitan confirmar siquiera un leve recuperación en este sector de actividad.