Ha comenzado el invierno y la temporada de lluvias y un año más el río Órbigo se está convirtiendo en una amenaza latente para cultivos, caminos e infraestructuras en Manganeses. Cuatro años lleva el Ayuntamiento reclamando sin éxito a la Confederación Hidrográfica del Duero la limpieza del cauce, la retirada de la grava acumulada y de la vegetación que ciegan el curso. La CHD sigue sin intervenir, pero tampoco permite que se intervenga y la situación del cauce se agrava cada vez más.

Esta política de inacción le costó en 2015 a la Comunidad de Regantes 30.000 euros en reparaciones; y otros 25.000 el presente. Los regantes, hartos de los efectos de las riadas, han decidido entubar el canal en el tramo más conflictivo. Manganeses tuvo que destinar 10.000 euros a reparar caminos este año, y los daños en fincas de cultivo suman miles de euros. Cuando el río se queda sin cauce y la grava acumulada y la vegetación hacen de presa, el agua se desmanda. Es un efecto dominó que perjudica también a Benavente, a través de la Ria de Don Felipe (la Manga de Fidalgo) y a Santa Cristina de la Polvorosa, como se constató en los últimos episodios.

Manganeses lleva comprobando en sus carnes que esto es así un año tras otro en la zona de los puentes (en la confluencia de los ríos Eria y Órbigo), en la Isla de la Manga y en La Veguita. Cada vez hay mas vegetación y cada vez el peligro de inundación es mayor. Y la Confederación Hidrográfica del Duero sigue sin actuar.

En julio de 2015 el actual alcalde, Pedro Prieto Mielgo, se tomó la reclamación de la limpieza del cauce como una prioridad. "Si tengo que llegar a Europa, lo haré", explica.

La cronología de reuniones, escritos enviados y conversaciones telefónicas mantenidas con la Confederación y la Consejería de Medio Ambiente es ya tan larga, como la falta de respuesta activa. Con el invierno a las puertas, y después de que tras meses de intercambio epistolar la Consejería de Medio Ambiente concediera a la Confederación un permiso que esta demandaba, y de que el Ayuntamiento enviara a la CHD una memoria enumerativa de las acciones de limpieza que acabarían con el problema, un técnico se presentó en el Ayuntamiento y le espetó al secretario: "no servirán de nada". El caso es que nada se ha hecho aún.

¿Qué pide Manganeses? Extender la grava depositada en el cauce durante los últimos años y desbrozar la maleza, que algunos casos es más una frondosa masa arbórea que se adueñado de zonas interiores del cauce, respetando las formaciones de vegetación de las orillas que sirven de escollera natural.

"El estado actual del río y sus márgenes impide el curso natural del agua e incrementa notablemente el riesgo de inundaciones y daños en caso de un eventual incremento de las precipitaciones", dice el documento municipal. Estos trabajos no durarían más allá de dos semanas, pero de momento la CHD no ha actuado.

En la zona de los puentes, en la confluencia del Órbigo y el Eria, la vegetación ha ganado tanto espacio que es difícil de distinguir por donde viene el curso del río. La pantalla de vegetación echa el agua para atrás y el viejo molino aguas arriba es el primero y principal perjudicado en una larga lista de damnificados, agricultores en su mayoría.

"Vino el consejero de Fomento y Medio Ambiente a Fresno y se hizo la foto pero luego la Junta se esconde tras un decreto estatal de 2007 para denegar las ayudas porque las inundaciones se deben a causas de fuerza mayor", critica el alcalde. Si el curso del río estuviera limpio y despejado "como pedimos" los daños serían menos y no habría fotos ni promesas incumplidas, explica el alcalde.