Desde 2009 la Junta de Castilla y León dio un plazo para aplicar gradualmente la Ley del Ruido. Desde el mes de agosto es obligatoria su aplicación. El Ayuntamiento de Benavente comenzó a trabajar en la ordenanza en octubre. "Se trata da dar seguridad jurídica a todas las actividades con la misma uniformidad de criterios, lo que hasta ahora estaba causando dificultades debido a la interpretación de la ley, según nos decían los técnicos", explicó ayer el alcalde, Luciano Huerga. El texto de la ordenanza fue remitido la semana pasada a la oposición y a las asociaciones empresariales con el fin de que puedan realizar aportaciones. El plazo finaliza hoy. El Partido Popular explicó ayer que había remitido también el documento a la patronal y a los colectivos profesionales directamente implicados. Huerga llamó la atención sobre la importancia de aplicar esta ordenanza y de realizar controles acústicos reglados en los casos de nuevas construcciones y aclaró que la normativa no tendrá incidencia en los casos de meros traspasos de negocios o en los casos de obras menores, tales como tareas de instalación, adecuación o pintado, entre otras.