Las farmaceúticas de la avenida Luis Morán recibieron el pasado lunes, 28 de diciembre, el mayor susto de sus vidas. Un hombre joven, de nacionalidad española y con el rostro cubierto entró poco antes de las ocho de la tarde, cuando el establecimiento estaba a punto de cerrar, apuntando con una pistola a la dueña y la empleada.

Les requirió el dinero recaudado en la caja y no se molestó en coger las monedas ni pedir los bolsos de las susodichas. Salió rápidamente con los billetes, dejando temblando a las mujeres, que apenas tuvieron tiempo de reaccionar por la premura con que sucedió todo. La Guardia Civil investiga los hechos, denunciados en aquel mismo instante.

La farmacia cuenta con las medidas de seguridad habituales: cámaras de seguridad, alarma y botón del pánico. Todas ellas fueron revisadas tras este incidente para mejorar la seguridad del establecimiento.

A principios del mes de diciembre, la farmacia del barrio San Isidro recibió la rotura de una de sus lunas cuando intentaron entrar a robar, pero no lo consiguieron.