El Centro Cívico y Social, un mastodonte de cuatro plantas con sótano y terraza, proyectado y diseñado para reunir a todas las asociaciones de la ciudad bajo un mismo techo, comienza a mostrar signos de deterioro por falta de uso. Ocupado tan solo en la planta baja, el resto del vasto espacio disponible, incluyendo un albergue independiente de dos plantas dentro del edificio, nunca se ha usado. Proyectado entre 2004 y 2007 por un Gobierno del PP, motivo de pugna política entre 2007 y 2011 entre el equipo de Gobierno del PSOE y la Diputación, y recibido con posterioridad, en estos últimos ocho años nunca cumplió el fin para el que estaba previsto. El actual equipo de Gobierno quiere convertirlo ahora en el Ayuntamiento benaventano del día a día.

El alcalde, Luciano Huerga, convocó ayer a la prensa para mostrar todo el inmueble y evidenciar los daños por falta de uso detectados en algunos puntos del inmueble y la imposibilidad de poner en marcha ascensores y las calderas de calefacción por los grandes costes que supondría, si no es para utilizar el edificio de forma integral, esto es, como sede administrativa.

Huerga ha querido reforzar de esta manera la oferta de permuta de uso que lanzó la semana pasada a la Diputación de Zamora para que el Centro Cívico sea la nueva sea municipal, e incluso de los servicios que ofertan en la ciudad la Diputación y la Junta, y ha insinuado y advertido a la institución provincial que de mantenerse el fin para el que se creó, su ocupación por asociaciones y colectivos sociales, no asumirá los costes de mantenimiento.

La Diputación aportó 900.000 euros a este proyecto y especificó en el convenio rubricado con el Ayuntamiento que la subvención tendría que reintegrarse si no se cumplía el fin de la ayuda: que el edificio se destinará a usos sociales. Mientras los técnicos municipales trabajan en un informe para convencer a la Diputación de que existen fórmulas legales para resolver los condiciones de aquel convenio, Huerga está desplegando otros argumentos adicionales: en el Ayuntamiento de la Plaza del Grano los empleados trabajan en condiciones de "hacinamiento" es el primero; y el Centro Cívico sería el edificio municipal que agrupara a las tres administraciones más próximas a la población para que los ciudadanos pudieran acceder a todos los servicios en único inmueble.

"Las condiciones en las que se está desarrollando el trabajo por parte de funcionarios y trabajadores municipales son de hacinamiento, como se ha podido comprobar en fechas pasadas que ha venido la Inspección de Riesgos Laborales", explicó. Las instalaciones de la Plaza del Grano "se encuentran en un estado deplorable, y así nos lo han transmitido ya, que van a presentar un informe porque no reúne las condiciones adecuadas para desarrollar el trabajo propio de una administración pública", agregó.

Huerga cree "se hace más evidente cada día que pasa que el Ayuntamiento de Benavente necesita una nueva sede administrativa, y además sin hacer ningún tipo de inversión. Este inmueble está perfectamente adaptado para entrar mañana mismo. Con una mínima inversión se podría estar trabajando perfectamente de manera operativa en un periodo de tiempo relativamente corto", aseguró en relación con el Centro Cívico.

Convertirlo el edificio en una sede multiadministrativa es su tercer mensaje. "Hacemos un nuevo llamamiento para que la Junta y la Diputación, entendiendo que es un ofrecimiento desde el Ayuntamiento, para que vengamos a ocupar las tres administraciones este inmueble, y que todas las que en su día aportaron subvenciones para su construcción puedan ver revertido los esfuerzos y dineros públicos que se emplearon en su construcción para que tengan en ella su sede administrativa. Con ella haremos una sede administrativa centralizadora, integradora y sería muy beneficioso para los ciudadanos de Benavente", argumentó.

¿Qué ocurrirá si la Diputación no accede a la permuta y pide que el edificio se destine al fin para el que se diseño?, le preguntaron. "Si la Diputación dice que no, entendemos que sería un revés muy grande que carece de justificación, porque sí nos niegan ese uso y esa permuta de un inmueble sería que la Diputación no querría que se prestaran los adecuados servicios", respondió a lo primero. "Si la Diputación se empeña en ello (en que siga siendo un edificio social) dado que no tenemos la competencia en el área social, tendrá que venir a sufragar los gastos de mantenimiento", contestó a lo segundo.

El equipo de Gobierno quiere dejar el Consistorio de la Plaza Mayor para sesiones plenarias y actos institucionales y el de la Plaza del Grano convertirlo en la sede de las asociaciones. "Este edificio solo tiene sentido si se centralizan servicios y se ocupan todas sus plantas en las debidas condiciones", sostiene Huerga, para quien instalando aquí la sede municipal, centralizando servicios y ahorrando en las otras dos sedes sería la única manera de costear el Centro Cívico y sus gastos. " Si no, es inabordable económicamente", dijo.