Dos utreros de la ganadería de Valderrey atrajeron a centenares de personas a Santa Cristina de la Polvorosa en el tercer y penúltimo día de las fiestas patronales. El único encierro programado se saldó con un herido con contusiones. El segundo novillo lanzó por los aires a un mozo que fue atendido de magulladuras y de un traumatismo en la mano por los sanitarios de Cruz Roja. El espectáculo taurino contó también con cobertura del voluntariado de Protección Civil.

Este año, la Comisión de Fiestas y el Ayuntamiento han variado el recorrido del encierro circunscribiéndolo a una manzana para facilitar el acceso de más público. Hasta ahora, según explicaron miembros de la organización, los encierros discurrían por calles en las que los astados solo podían ser vistos desde las viviendas y por los corredores. El nuevo itinerario, que discurre alrededor del colegio y de las viviendas que completan la manzana, ha permitido vallar la avenida del campo de fútbol y facilitar mucho más público la visión de las carreras.

El encierro comenzó a las 19.30 horas y el primer novillo apenas duró unos minutos en la calle. El primer colorado de los dos previstos para la suelta cayó al suelo dos veces tras salir del toril y golpeó la testuz contra una talanquera. Tuvo que ser devuelto al toril. Al segundo novillo los corredores le sacaron más partido. El astado dio varias vueltas a la manzana y propició algún susto que otro.

Los encierros preludiaron la noche más larga de las fiestas de la localidad. Dos orquestas y una actuación de Dj's entre medias constituían la oferta nocturna de las fiestas patronales de Santa Cristina que se cierran hoy con una comida popular en la Estacada, en la ribera del Río Órbigo. Una exhibición de fuegos artificiales pondrá el punto y final a los festejos al caer la noche de hoy.