El escritor Juan Gallardo Muñoz, conocido como Curtis Garland, pseudónimo con el que firmó las mayoría de sus novelas, falleció el martes a los 84 años de edad en un hospital de Barcelona. Juan Gallardo, había requerido tratamientos médicos desde las pasadas navidades, tras sufrir una rotura de cadera.

Nacido en Barcelona en el año 1929, Juan Gallardo Muñoz vivió en Madrid y en la ciudad condal hasta que en 1939, acabada la guerra civil, se trasladó con su madre y con su abuelo a Benavente donde pasó parte de su infancia, su adolescencia y también parte de su juventud. A los 17 años regresó a Barcelona y comenzó una larga y prolífica carrera como escritor de bolsilibros, género en el que es considerado un autor de culto y en el que ha seguido militando hasta su fallecimiento.

Donald Curtis, Addison Star, Johnny Garland, Kent Davis, Don Harris, Glenn Forrester, Elliot Turner, y sobre todo Curtis Garland, son los pseudónimos literarios con los que firmó más de 2.000 novelas, las últimas son sabor benaventano en homenaje a la ciudad en la que creció y donde alimentó sus dos máximas pasiones: la literatura y el cine.

Tras publicar Yo, Curtis Garland, su libro de memorias y de alguna manera su epitafio, y tras regresar a Benavente, primero en compañía del escritor Javier Pérez Andújar, y un año después, para firmar ejemplares en la Feria de Libro, Gallardo publicó «Las oscuras nostalgias», una novela policiaca con el comisario benaventano César Velasco como protagonista, y «La máscara y la muerte» para Death Club, thriller en el que Velasco regresa a Benavente ya jubilado coincidiendo con los carnavales y resuelve varios crímenes. Llevar esta novela al cine a través de la productora Filmax era el proyecto que acariciaba, junto con el benaventano José Luis Jiménez, en los últimos meses.

Su hija Teresa Gallardo comunicó su fallecimiento al Ayuntamiento de Benavente, que está barajando rendir algún tipo de homenaje al veterano escritor que describió su regreso a la ciudad en la que pasó su infancia como el reencuentro con «el paraíso perdido», uno de sus principales y más valiosos recuerdos junto el de su esposa Teresa Asensio, fallecida hace algunos años.