Si bien en la presente Feria del Pimiento y Productos de la Tierra de Benavente de este año se esperan vender alrededor de 40.000 kilos de producto, también es cierto que los hortelanos se las han visto y deseado para reunir la hortaliza. Eso supone que la mayoría del producto no ha sido cortado en verde, por lo que ha madurado en la mata, lo que implica que el sabor sea más apreciado, pues ha madurado de forma más natural.
Por lo tanto la calidad no falta en esta feria, pero si escasea la cantidad. Eso podrá notarse en la jornada de mañana. Esta merma en la producción, según han manifestado todos los vendedores, se ha debido a las condiciones meteorológicas adversas de esta campaña. Lluvias en la época de floración y demasiado calor en los meses de verano han hecho que algunos pimientos no puedan ser vendidos como de primera calidad.
Por lo que se refiere a próxima consecución de la Indicación Geográfica Protegida y a la creación del Consejo Regulador, todos esperan que sea una medida positiva para la comercialización del producto a mayor escala y también para poder venderlos a un precio superior en función de la calidad.
Que se reconozca esa calidad del producto y estar agrupados es una de las ventajas que entienden que les aportará la nueva situación.
En cuanto a las ventas del primer día de feria, todos se mostraban muy optimistas de los resultados, de lo que no están seguros es de tener pimientos para la jornada ofrecer a los compradores en la jornada de mañana.
En el caso de que se abran nuevos mercados con la IGP y el Consejo Regulador, la mayor parte de los agricultores están preparados para aumentar la producción, si bien entienden que hay algunos inconvenientes.
La falta de mano de obra, ya que la mayoría de las explotaciones son de carácter familiar, sería uno de los problemas. Por otra parte, con la población de los municipios muy envejecida, varias de las explotaciones están en manos de personas cercanas a la jubilación, por lo que el relevo generacional se hace mas que necesario, imprescindible.
