Con seis meses de vida abandonó Moral de Sayago para emprender junto a sus padres el viaje a Argentina. En este país pasó su adolescencia y se adentró en el mundo teatral, que le daría no sólo satisfacciones sino el apodo por el que a partir de entonces sería conocida: "Amor". Ya de regreso a España, militó en la izquierda en plena contienda civil. Detenida, es condenada a 15 años de cárcel en la prisión de Segovia, donde protagonizaría la primera huelga de hambre, junto a un grupo de mujeres, para que se reconociera su condición de presas políticas. Hoy uno de sus nietos, el sociólogo Luis Misis Herrero, de 26 años, acaba de estrenar un documental sobre la vida de la zamorana Palmira Sanjuán, "Amor Sanjuán", que se ha rodado en Argentina, en Segovia y en Moral de Sayago.

Antes de fallecer, Palmira lanzó la idea y su nieto Luis la pilló al vuelo. Durante dos años la zamorana grabó cintas de viva voz sobre su trayectoria y los sucesos que marcaron su vida y la de su familia. Este testimonio es el que ha servido de base al cortometraje de Misis que ya se ha podido ver en Salamanca y que pretende se pueda estrenar también en Zamora, la tierra de su abuela.

Tras una primera etapa en Argentina, donde residió hasta los 16 años, la familia de Palmira regresa a Zamora en 1934 al ser deportados tras el golpe de Estado de José Félix Uriburu. De vuelta en Moral de Sayago estalla la Guerra Civil y "Amor" Sanjuán y su madre son capturadas por los nacionales para forzar que se entreguen su padre y su hermano, como así sucede, ya que son inmediatamente ejecutados.

En pleno auge del franquismo Palmira se significa como militante de izquierdas y no duda en repartir panfletos con los contenidos que se difundían en "Radio Pirenaica". Por este motivo es detenida de nuevo y condenada, en 1942, a 15 años de cárcel por un delito de propaganda ilegal. Cumple la condena en la prisión de Segovia, donde conoció a Juan Misis, fotógrafo también encarcelado por motivos políticos, y que en el centro penitenciario se ocupaba del mantenimiento del edificio. En la prisión Palmira protagoniza junto a otras mujeres la primera huelga de hambre en las cárceles franquistas, en 1950, para reivindicar su condición de presas por ideas políticas. «Perdieron cosas materiales pero ganaron moralmente, porque tuvieron el respeto de la institución», comenta Luis Misis.

El autor del documental ha utilizado como base las cintas magnetofónicas grabadas por su abuela cuando el corto era aún el embrión de un proyecto. Tras el fallecimiento de Palmira, que no pudo cumplir el sueño de ver la obra de su nieto, Luis viajó a Argentina, donde no dudó en insertar anuncios en prensa con el objetivo de localizar a personas que pudieran haber tenido relación con su abuela. «Me llamo Luis Misis. Soy nieto de Palmira Sanjuán ...», comenzaban estas misivas insertadas en el diario "La Nueva Provincia", de la localidad argentina de Bahía Blanca.