Así fue como dio con Aurora Casataro, compañera de teatro de la zamorana. Los anuncios en prensa, radio y televisión dieron sus frutos y respondieron cinco hombres y mujeres, aunque sólo el testimonio de dos se pudo utilizar, recuerda. En Bahía Blanca consiguió, además ,el testimonio del poeta Osvaldo Costaglia, a quien su abuela conoció en una de las fiestas del Partidos Comunista en la Casa de Campo de Madrid.

Palmira se involucró en el mundo del teatro y la poesía durante sus años de adolescente en Argentina. Con frecuencia acudía a "Casal Catalá", un centro de recreo frecuentado por los españoles y donde se organizaban actos culturales con los que recaudar fondos para los que huían del fascismo de Hitler y Mussolini. Precisamente su personaje "Amor" en una obra de teatro (contra el militarismo), se convirtió desde entonces en el nombre por el que era conocida.

Con imágenes y entrevistas que suman más de 60 horas, Luis Misis ha editado un documental mediometraje que en 37 minutos se zambulle en la personalidad de "Amor Sanjuán" y recorre aquellos lugares que fueron claves en su existencia, desde su barrio Villa Mitre, en Bahía Blanca, hasta la Prisión Central de Mujeres de Segovia en la que pasó 8 años de su vida, pasando por su localidad natal, Moral de Sayago. La vinculación con su pueblo, Moral de Sayago, fue una constante pese a los bruscos cambios en el devenir de Palmira Sanjuán. De hecho, rememora su nieto, «pasó la luna de miel en él y siempre tenía en proyecto hacer una comida en el pueblo para toda la familia».

"Amor " Sanjuán, sin duda, admite Misis, se hubiera emocionado de haber podido asistir al estreno el pasado mayo en Salamanca, del documental sobre su vida. «También estaría muy orgullosa», explica su nieto. Fue una mujer, añade, «que se apropiaba de todos los espacios en los que habitó, porque para ella la patria era el mundo. Tenía un planteamiento de vida muy universal y luchó tanto en España como en Argentina». Lectora empedernida, sobre todo de periódicos, la zamorana «tuvo la capacidad de convertir todo el dolor que sufrió en determinados momentos en amor. La vida no la entendía como una resistencia sino como un proceso».

Ya en su vejez, la emigrante decidió que era el momento de narrar su experiencia y de dejar constancia de algunos acontecimientos políticos y sociales. «Los nietos simplemente hicimos de disparador y yo fui el que me propuse desarrollar la idea con la ayuda de mi hermano Juanjo», detalla el autor.

Un repentino paro cardiaco, en abril de 2002, privó a Palmira de poner fin a una historia que para los suyos ya es eterna.

Cuatro años de trabajo a ambos lados del océano con un modesto presupuesto de 10.000 euros

Detrás del documental titulado "Amor Sanjuán" no hay una productora, sino cuatro años de de trabajo a ambos lados del océano en los que Luis Misis, el nieto de la protagonista, ha logrado poco a poco reunir un modesto equipo con el que poder rodar. Para ello ha necesitado una inversión de entre 10.000 y 12.000 euros y, como admite, «buscarme la vida». Con el apoyo de la Universidad de Salamanca, el trabajo ya se ha podido estrenar en la capital charra. Misis confía ahora en poder hacer lo mismo en Zamora, la provincia natal de Palmira Sanjuán. Otro de sus proyectos es llevar este documental a Argentina. En su equipo han colaborado, entre otros, Raúl Bravo, Enrique Rodríguez, Juanjo Misis, Lucía Huertas, Pablo Martín, Víctor Marinas, Carlos Costa, el músico mallorquín Enric Gaya y el argentino Luciano Martínez. El sociólogo, que con "Amor Sanjuán" se ha adentrado por primera vez en el mundo de la imagen, no descarta iniciar una nueva aventura cinematográfica.