Conscientes de la importancia que para muchas asociaciones de castellanoleoneses en el mundo tienen las ayudas económicas que llegan desde las instituciones españolas, en este caso zamoranas, los emigrantes coinciden sin embargo en primar otro tipo de actuaciones, como son las encaminadas a implicar a los más jóvenes en la vida de estas asociaciones y, sobre todo, las visitas de los representantes institucionales a los países que les acogen.

«Queremos que nos vengan a ver», es el grito unánime de todos ellos.

Tras el anuncio de la Diputación de potenciar las becas de estudio y prácticas en la provincia dirigidas a descendientes de emigrantes, los presidentes de las federaciones en el exterior abogan porque este proyecto se extienda y consolide. Sólo así, explican, se podrá garantizar el futuro de las casas de emigrantes zamoranos y castellanoleoneses en el planeta.

Estas son algunas de las cuestiones que se abordaron en la mesa redonda sobre el papel de las asociaciones en las que participaron los representantes de los distintos países y en la que también estuvieron ayer presentes el director general de Atención al Ciudadano y Modernización Administrativa, Félix Colsa, así como el director de la Uned, Juan Andrés Blanco, y el diputado José Luis Bermúdez.

El presidente de la Casa de Castilla y León en Cuba, Sergio Rabanillo, fue el primero en invitar de nuevo a los responsables de la Junta a visitar el país coincidiendo con la celebración, el próximo abril, del Día de Castilla. Además, propuso que la Junta coordine las Operaciones Añoranza de las diputaciones, «porque los afectados por el grueso de la emigración tienen más de 80 años y se les acaban las oportunidades de volver». En cuanto a los jóvenes, Rabanillo destacó el llamado Plan Futuro con el que la Diputación pretende formar a descendientes en Zamora, y abogó por su fomento.

Desde Argentina el presidente de la Federación de Castilla y León, Pedro Bello, reconoció la importancia de las ayudas económicas enviadas al país a partir de 2001, y que han permitido entregar a 193 emigrantes una cantidad de 330 euros. Con una edad media de 66 años entre los emigrantes argentinos, también Bello respalda ese Plan Futuro para implicar a los jóvenes que en breve se harán cargo de estas asociaciones.

Claudio López, presidente de la Casa de Castilla y León en Méjico, explicó que el país cuenta en la actualidad con 400 familias de emigrantes de la Comunidad. Uno de los principales problemas a los que se enfrentan, desde el punto de vista etnográfico, es reconstruir los trajes y bailes del folclore castellanoleonés, «porque no utilizamos el conocimiento sino el corazón, y seguramente los modificamos». Por ello abogó porque los profesores de baile puedan viajar a Castilla y León, y que esa «retroalimentación» también se produzca con otros elementos culturales, como la gastronomía, «porque la cocina zamorana y castellanoleonesa es muy importante». Por estas mismas iniciativas suspiró también el presidente en Uruguay, Evaristo Sierra, al solicitar ayudas de las instituciones para «formar equipos de danzas». Pero sobre todo, subrayó, «la vinculación con la tierra, que es lo que más se valora».

El presidente de la Casa de Zamora en Madrid, José Luis Martín, aseguró que entre sus objetivos está el ampliar la participación a todos los descendientes de zamoranos para que haya más jóvenes. Es lamentable, concluyó, que de más de 50.000 zamoranos en Madrid sólo 508 estén asociados.

Vicente Chapero, representante en Guatemala, agradeció a las instituciones «que siendo pocos contemos». La ayuda que llega, matiza, «nos ha servido de apoyo material pero también psicológico».La asociación castellana y leonesa en el país es, mantiene, «la que mejor funciona junto a la de los catalanes».

Ya en Chile la vicepresidenta de la Colectividad Castellano Leonesa, Maite Basauri, destacó la importancia de que la Junta y las diputaciones mantengan la Operación Añoranza y la Operación Futuro para los jóvenes, así como esa anunciada red en Internet para fomentar el contacto con todos los emigrantes, «a fin de poder compartir y ayudarnos entre nosotros».