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sucesos en Zamora

Cuatro Policías Municipales, al juzgado por descargar 9 balazos sobre el tirador del bar Marta

La defensa del investigado por abrir fuego: "Mi cliente recibió disparos y patadas en el suelo"

Balística analizó más de 40 casquillos recogidos en el lugar del tiroteo cruzado junto al restaurante

El servicio de la limpieza viaria retira la sangre del tierador herido.

El servicio de la limpieza viaria retira la sangre del tierador herido. / Jose Luis Fernández

El abogado del tirador que abrió fuego en el bar Marta e hirió a uno de los dueños ha denunciado por lesiones graves y uso desproporcionado de las armas a cuatro policías municipales, a los que acusa de haber disparado sin control como demostrarían los "nueve impactos de bala que recibió" su cliente, buena parte cuando estaba ya abatido en el suelo sin posibilidad de defensa, "inconsciente, donde le pegan patadas".

El letrado, que recuerda que el procesado, de iniciales LM.H.C., de 62 años de edad, estaba en un estado embriaguez total ese 11 de mayo cde 2024, detalla que la cámara de uno de los coches patrulla de la Policía Municipal, la que abordó por detrás al experto tirador zamorano, "recoge la secuencia" en la que se puede apreciar "la acción policial excesiva", apunta, cuando "mi cliente no podía dispararles porque estaba de espaldas a ellos".

Movimientos espasmódicos en el suelo

Esa afirmación le sirve para descartar el delito de intento de homicidio del que acusan esos dos agentes a LM.H.C. por lo ocurrido durante el tiroteo que tuvo lugar en la calle del Ferrocarril, en las inmediaciones del restaurante, cuando este se escudó tras un vehículo con su arma, que detonó varias veces. "Los movimientos espasmódicos" que recoge la cámara del coche patrulla delatan que el tirador había recibido impactos que le neutralizaron al caer al asfalto, añade el abogado, que concreta que el hombre hablaba por teléfono mientras "disparaba directamente contra el vehículo tras el que se había resguardado" por el estado en el que se encontraba y que nunca disparó en otra dirección que hacia delante.

El acusado había comenzado a beber alcohol hacia las seis de la tarde y acudió al Marta para continuar bebiendo hacia las once de la noche, cuando se dirigió al establecimiento que estaba ya a punto de cerrar para pedir una consumición que le negaron por ese motivo. El acusado blandió el arma y disparó a través de una pequeña ventana por la que los camareros dejan las bebidas para llevarlas a las mesas de fuera del local. Una de las tres balas que detonó impacto por la espalda al dueño de local que se debatió entre la vida y la muerte. Los exámenes de alcoholemia han arrojado una tasa de 2,8 miligramos en aire aspirado, según el abogado de la defensa.

Heridas de gravedad y gran hemorragia

El conocido aficionado al tiro, LM.H.C., sufrió heridas de gravedad que requirieron la transfusión de sangre, en concreto "disparos en la boca, varios en los glúteos, en la espalda y en una pierna. Nueve balazos y le dejan sobre el asfalto boca abajo, no le colocan de lado para impedir que se ahogue con su propia hemorragia, que fue grande". La Policía Judicial de la Comisaría de Zamora recogió de la calle casi 40 casquillos de munición para su análisis por Balística, explica el letrado del tirador profesional, la mayoría "eran de los policías", detalla.

Al parecer, los agentes que le disparan de frente, desde las inmediaciones del bar, logran alcanzarle en el cuerpo, de acuerdo con las imágenes que recogen las cámaras, siempre según la versión del letrado que aporta en su denuncia, por lo que no tendría sentido que los que llegan por la espalda del tirador abran fuego, añade la defensa de LM.H.C., en prisión desde . "Se produce un tiroteo descontrolado que no cumple con el protocolo del Ministerio de Interior en el uso de armas reglamentarias, porque siguen disparando cuando ya está abatido", insiste, para indicar que "el cómo y de qué manera debe actuarse está tasado".

Otros dos policías municipales se han personado en la causa para acusar al tirador de intento de homicidio junto al dueño del Marta, herido de gravedad, y su hermano, que asegura que el procesado le disparó pero no le alcanzó, la bala acabó en la pata de una silla de la terraza que había instalada en la acera.

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