Entrevista | Marcial Roncero de la Fuente Premio Mercurio 2025

"Me podría jubilar, pero voy a seguir luchando por esta tierra"

"Emprender es difícil, pero imposible no es nada. Solo hay que ir subiendo los escalones de uno en uno"

Marcial Roncero de la Fuente.

Marcial Roncero de la Fuente. / Alba Prieto

Reconocimiento en los galardones anuales de la Cámara de Comercio e Industria de Zamora a la trayectoria de este emprendedor que hace 41 años abrió una pequeña ferretería en la calle de Santa Ana. Negocio que fue el germen de una nave de venta que hoy supera los cinco mil metros cuadrados en el polígono de La Hiniesta.

-¿Cómo fueron sus inicios en el sector de la ferretería donde se decidió a emprender con tan solo 23 años?

-Empecé en el año 1984, en la calle Santa Ana, en un pequeño local que alquilé de 40 metros cuadrados y los inicios fueron muy complicados, siendo un sector muy complejo con la poca experiencia que yo tenía y el escaso músculo económico con el que contaba, como suele ocurrir cuando se inicia cualquier actividad comercial. Recorrí todos los pueblos de la provincia y la capital visitando todo tipo de profesionales relacionados con la construcción, que por desgracia en esta provincia, es la poca actividad que tenemos. En esos primero cuatro años tenía solo un empleado. Después, ya compré un local en la carretera de la Estación de 310 metros cuadrados para así contar con más almacén y poco a poco fui contratando más trabajadores.

-¿Cuántos eran en ese momento?

-Seis empleados. Después, ya compré el solar en la carretera de la Estación de unos 400 metros cuadrados junto a la ferretería y en 1994, alquilé una nave en la carretera Villalpando para poder realizar compras paletizadas, y para descarga y carga de materiales para la venta, para no tener que hacerlo manual. Así pude aumentar el número de referencias con las que trabajaba y ofrecer un mejor servicio. Finalmente, en 1997 compré la parcela en el polígono de la Hiniesta, que era la más grande, de 6.100 metros cuadrados, la única que quedaba sin vender porque tenía muchos desniveles, por lo que hubo que hacer un movimiento de tierras, vaciando una parte y rellenando la otra para poder aprovechar toda la superficie. Una importante obra para la que hubo que construir 600 metros cuadrados de muros de contención de las tierras. Inicié las obras dándome de alta como promotor y constructor, contratando directamente a cuatro trabajadores, para ahorrarme los máximo posible en la construcción.

-Compleja obra que al final dio sus frutos

-En 1998 pude inaugurar las nuevas instalaciones con una nave de 3.100 metros cuadrados, repartidos en 500 metros cuadrados de exposición y 2.600 metros cuadrados de almacén y oficinas. Almacén que cuenta con una estanterías de paletización con capacidad para 1.500 palets. Además, dispone de un parking con capacidad para 70 vehículos.

-A partir de ese momento, comenzó una gran etapa para la Ferretería y Bricolaje Marcial

-Sí. A principios del año 2004, empezamos la construcción de la nave para ampliación, para dedicarla al bricolaje. Una superficie de 2.000 metros cuadrados para exposición y venta que se inauguraría en junio de ese año y que requirió que ampliase de nuevo la plantilla de doce a dieciocho empleados para atender las nuevas instalaciones.

-Años de crecimiento que se vieron empañados por la crisis de la construcción en 2008 ¿cómo la vivió?

-Fue muy dura, con la crisis de la construcción, se fue ralentizando la actividad cayendo las ventas hasta un 60%. Como consecuencia del cierre de muchas empresas, tuve muchísimos impagados, pero lo pude superar a base de trabajo duro y mucha austeridad. A pesar de las dificultades, logré mantener la plantilla de 18 empleados.

-¿Cuál destacaría como el momento más difícil en sus más de 40 años de trayectoria?

-El comienzo fue malísimo. Me recorrí toda la provincia entera. Yo compraba, yo vendía, yo repartía, yo llevaba la contabilidad. Todo.

-¿Cómo se logran superar esas dificultades y no optar por echar el cierre?

-A base de trabajar de día y de noche porque lo último que iba a hacer, era cerrar.

Zamora. Marcial Roncero de la Fuente

Zamora. Marcial Roncero de la Fuente / Alba Prieto / LZA

-¿Qué valores cree que han sido claves para consolidar a su empresa como un referente en Zamora?

-El éxito es hacer las cosas muy bien, solucionar a la gente los problemas, aguantar prácticamente casi todo. A veces el cliente tiene razón y otras muchas veces no tiene razón, pero hay que dársela casi siempre.

-En 1995, el Ayuntamiento de Zamora le reconoció con el premio Joven Empresario en reconocimiento a su labor empresarial y ahora se le otorga el Premio Mercurio ¿qué significa para usted que le hayan dado este importante reconocimiento que otorga la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Zamora?

-Este premio me hace muchísima ilusión. Es una gran satisfacción personal. Estos reconocimientos te ayudan y te dan más ánimo para seguir luchando con más fuerza.

-Seguir luchando ¿Hacia dónde? ¿Cuáles son sus proyectos de futuro?

-Yo me podría jubilar, pero no me voy a jubilar, voy a seguir luchando por esta tierra nuestra, que yo la quiero muchísimo. Es muy duro en Zamora montar cosas que funcionen porque, por desgracia, no hay actividad comercial, hay muy poca, y no hay inversión ninguna. De hecho, la gente joven toda se tiene que ir la mayoría de Zamora y es de las cosas que más me duelen a mí. Por eso, necesitamos que haya industrias y que haya buenos medios de comunicación, buenas infraestructuras.

-¿Qué consejo le daría a los jóvenes emprendedores que quieran iniciar su propio negocio en Zamora?

-Pues que difícil es difícil. No es nada fácil, pero imposible no hay nada. Lo que hay que hacer es luchar muchísimo y saber lo que se trae entre las manos. Tratar a la gente muy bien. Pensar muy bien las cosas. Hacerlo paso a paso, seguido. Como digo yo, subir los escalones de uno en uno, no quererlos subir muy rápido porque a lo mejor el golpe y después la caída, es lo que no tiene solución. Al final, el que algo quiere, mucho le cuesta, como dice el refrán, esto es la realidad.

-Eso lo ha demostrado usted dando el salto a otros negocios como el de abrir el Tanatorio Crematorio Ciudad de Zamora ¿por qué se decidió a iniciar esta otra aventura empresarial?

-Por seguir apostando por Zamora, por esta tierra nuestra, que la queremos muchísima gente, por supuesto.

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