Entrevista | Chucho Valdés Músico

"La música es como una espiral, siempre sigue en desarrollo"

El contrabajo, para mí es la columna vertebral de toda la banda, pero soy fiel al piano, siempre

Chucho Valdés.

Chucho Valdés. / Innercat

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

El músico Chucho Valdés actúa por primera vez en Zamora dentro del Jazz Zamora en la plaza de la Catedral el 24 de junio a las 21.30 horas. El pianista viene con el Roya Quartet.

Viene por primera vez a Zamora a presentar su último trabajo, titulado "Cuba & Beyond".

Es un trabajo que está basado en la música afrocubana, donde realmente se hace un desarrollo de la historia de la música afrocubana, pero con un concepto muy nuevo. Este disco ha estado nominado para los premios Grammy, ha tenido un éxito mundial de crítica y de público tremendo, y vamos para allá, para Zamora, para tirar con todo.

Dice que desde un nuevo punto de vista, pero ¿cuál es?

Son los sonidos dentro de lo tradicional, más contemporáneos rítmicamente, más actuales en comparación con los que fueron en esos tiempos.

¿Siempre hay que ir renovándose?

Sí, siempre. Ayuda la experiencia ya creada a través de los años, y, sobre todo, uno tiene que el mantenerse informado y practicando. Ayuda el compartir con músicos más muy joven. Para mí, cada uno de ellos, en su instrumento, en ese momento, es lo más importante dentro de la música cubana. Tocaré con lo mejorcito de lo mejorcito y lo más fresco.

¿Le gusta rodearse siempre de buenos profesionales?

Yo creo que sí, sobre todo, cuando son músicos que tienen imaginación, son creativos y aportan también ideas nuevas dentro del trabajo.

¿Resulta difícil encontrar eso hoy en día?

Yo diría que no es fácil (risas) porque, por ejemplo, el nivel de imaginación de cada instrumentista es diferente y yo como siempre he estado al tanto del desarrollo de cada uno, voy escogiendo dentro de eso lo que más nivel tiene.

¿Qué tiene que tener un músico que toca con usted?

En primer lugar, antes de ser un buen músico, tiene que ser una tremendísima y buenísima persona porque eso ayuda mucho en el ambiente Después tiene que ser un músico dedicado a su instrumento, un músico que avanza, que estudia, que aprende. Esto es todo lo que yo necesito. Con esta formación es joven solo llevamos tres años recorriendo el mundo.

Tres años tras una carrera muy amplia, ¿todavía tiene ganas de tocar?

Muchísimas porque además es una retroalimentación de experiencias. Por ejemplo, los jóvenes vienen con ideas muy nuevas. Yo, dentro de mi género, también tengo nuevas ideas, pero, sobre todo, tengo mucha experiencia, compartimos y todos aprendemos.

Si yo no hubiera tocado el piano, hubiera tocado el piano. (risas). No concibo otra posibilidad

¿Qué es para usted el piano?

El piano es la banda sonora de toda mi vida desde que nací. Creo que si yo no hubiera tocado el piano, hubiera tocado el piano. (risas). No concibo otra posibilidad, no hay otra opción

¿Nunca ha hecho pinitos con otro instrumento?

Con el contrabajo o sí he hecho mis pinitos y me encanta ese instrumento. El contrabajo, para mí es la columna vertebral de toda la banda, pero soy fiel al piano, siempre. Es un instrumento, en mi opinión, el más completo y con él se puede hacer de todo. El piano es como una orquesta de teclas.

Chucho Valdés & Royal Quartet.

Chucho Valdés & Royal Quartet. / Cedida

¿Y es difícil mantener esa orquesta siempre bien?

Hay una sola forma, la práctica diaria y de horas. Cuando menos hago es cuando estoy en mi casa. Puedo tocar un par de horas después del desayuno, descanso y luego por la tarde otro rato y por la noche... un mínimo de seis. No me canso porque es como si el piano fuera mi amigo con el que yo dialogo y expreso todas mis emociones, mis tristezas, mis alegrías... siempre a través del piano.

En el disco creo que hay alguna canción que puede durar cinco o seis minutos, cuando ahora vivimos en la sociedad de la inmediatez. ¿Nada un poco contracorriente?

No, porque realmente en este género tú necesitas más espacio para poder desarrollar tu pensamiento y el público de este género sabe que necesitamos tiempo, y a veces no seis, a veces hasta diez y doce minutos de un diálogo, de una historia porque estás tocando y estás creando una historia. Y además en el jazz también hay mucha improvisación que es lo más importante en el jazz, o sea, la improvisación porque es la imaginación, es hasta donde tú puedes desarrollar tu mente improvisando.

¿De quién se nutre ahora mismo?

De muchas cosas, me nutro, de todo lo que escucho que yo considero que es bueno. Del mismo jazz, de la música clásica, del flamenco español de todas las cosas que me gustan, yo siempre trato de tomar algún elemento que me sirva.

Habla de la música clásica y Mozart está de alguna forma presente en el disco.

De Mozart fue la primera obra que yo toqué en mi primer recital de piano, a los nueve años. Yo toqué una sonata de Mozart y sobre esa sonata de Mozart ahora hice un arreglo en forma de danzón cubano, es impresionante de linda.

¿Qué tiene que tener una canción para que usted considere que es buena?

Primero tiene que estar bien escrita, tiene que ser hermosa, muy bonita y me tiene que llegar al corazón. Yo empecé a componer a los once años. He escrito cientos y cientos de temas. Muchos se han convertido en estándar de la música afro-cubana, ya son temas que son obligados dentro de ese género.

No es fácil que tú hagas un tema que todo el mundo después lo quiera tocar

¿Y eso pesa?

Eso (risas) creo que pesa, pero con un orgullo. No es fácil que tú hagas un tema que todo el mundo después lo quiera tocar, que lo hayan grabado muchas personas. Yo lo llevo con mucho orgullo porque siempre estás obligado a seguir hacia adelante, no a quedarte en un punto. Decir, ya llegué aquí, ya está bien. El está bien es que no existe siempre la música es como una espiral que sigue en desarrollo, eso es eterno.

Usted atesora muchos reconocimientos, ¿qué suponen?

Yo pienso que cuando una obra o un disco tiene un premio es porque le han dado un reconocimiento de buena calidad, de admiración, de avance. Eso es un orgullo para uno. Siempre he pensado así (risas). El género que yo hago tiene un público muy fiel que cuando van a escuchar, saben lo que van a escuchar, saben a quién van a escuchar y te llenan un teatro no un estadio, porque nuestra música es más íntima.

¿Haría una colaboración con alguien que haga música urbana?

Si me gusta, sí. Si me gusta el artista, igual que en el jazz, si me gusta el intérprete, yo lo hago. Igual en la música urbana, si yo veo a alguien que me gusta lo que hace, sí. No tengo problemas con eso. Yo he hecho colaboraciones con pianistas que tocan Mozart, que tocan Beethoven, y lo he hecho también. Pero si me gusta la música y me gusta el intérprete.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents