Entrevista | María Ángeles Gómez Sánchez Decana de la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambieentales de las Universidad de Salamanca

"La Universidad debe contribuir a dignificar la profesión agrícola"

La decana de la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales de la Universidad de Salamanca, María Ángeles Gómez Sánchez, participará en el Cirtuito "Planeta Agro" organizado por LA OPINIÓN-ELCORREO DE ZAMORA del próximo 24 de junio para analizar desde el punto de vista académico la situación actual del sector. La decana destaca la importante labor investigadora a pie de campo y la ncesidad de impulsar las nuevas tecnologías en las aulas de la mano de una nueva Orden.

María Ángeles Gómez, decana de la Facultad de Ciencias Agrarias.  | CEDIDA

María Ángeles Gómez, decana de la Facultad de Ciencias Agrarias. | CEDIDA

E. V.

¿Cómo ha evolucionado la demanda en la especialidad de Ingeniería Agrícola y cuál es la situación actual en la Universidad de Salamanca?

En nuestro centro se lleva impartiendo el Grado en Ingeniería Agrícola desde el año 2011 (anteriormente se impartía el título en Ingeniero Técnico Agrícola desde 1995). En este tiempo, la oferta de plazas para el primer curso ha sido de 50. Siempre hemos estado cerca de esa cifra y, en los últimos 5 años hemos tenido o incluso superado la cifra de 45-55 estudiantes de nuevo ingreso. También se imparte el Máster en Ingeniería Agronómica, con unos 20 estudiantes de nuevo ingreso de media. Esto hace que tengamos unos 230 estudiantes de temas agrícolas.

La digitalización aterriza en el campo, pero también en las aulas. ¿Cómo se aplica esa modernización del sector al plan de estudios?

El plan de estudios vigente fue aprobado en 2011 y no se han hecho modificaciones sustanciales desde entonces. La modificación de un plan de estudios es un proceso largo y complejo que, además, en el caso de las profesiones reguladas, como es caso del Ingeniero Agrícola, está determinado por una Orden Ministerial que hay que cumplir, por lo que el margen de maniobra es pequeño. Todo se iniciaría con un cambio en dicha Orden (Orden CIN/323/2009, de 9 de febrero, por la que se establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de la profesión de Ingeniero Técnico Agrícola), que debería de producirse ya puesto que la que tenemos es del año 2009 y se está quedando, ciertamente, obsoleta. A partir de ahí, comenzaríamos a cambiar y adaptar nuestro título a las nuevas tendencias y a las innovaciones realizadas en todos los campos: agricultura, ganadería, construcciones, hidráulica…

No hay que obsesionarse con estar a la última, sino con utilizar los medios disponibles que pueden facilitar y mejorar el trabajo del día a día"

¿Qué proyectos de investigación se están desarrollando en estos momentos en la facultad para avanzar en la digitalización del sector agroalimentario?

Tenemos varios profesores del centro involucrados en dos líneas principales: el uso de drones e imágenes de satélite en agricultura y ganadería y el estudio de sensores de distintos tipos para la monitorización del ganado. Por poner algunos ejemplos, el grupo de Producción Animal tiene varios proyectos con empresas sobre adaptación de collares GPS diseñados para vacuno en ovino (puesto que no hay para este tipo de ganado), utilización de medidas no invasivas para controlar la temperatura basal de los animales y poder prever el celo, el inicio del parto o problemas de salud. También de la colaboración entre Cartografía, Producción Animal y Producción vegetal se llevan a cabo proyectos para estandarizar el uso de drones e imágenes de satélite para analizar el estado y crecimiento de los cultivos o del pasto, como ayuda en la toma de decisiones. Por último, en materia de innovación biotecnológica aplicado a la práctica agrícola, profesores de Producción Vegetal y Microbiología están implicados en proyectos como bioestimulantes, microorganimos beneficiosos, té de compost, extractos vegetales con efecto herbicida…

¿Alguno de esos proyectos se ha aplicado fuera del laboratorio?

La mayor parte son colaboraciones con empresas, por lo que se han desarrollado directamente en el campo, fuera del laboratorio.

Las colaboraciones con empresas y explotaciones forman parte intrínseca del proceso de desarrollo de proyectos, ¿son cada vez más conscientes de su trascendencia?

Claramente, porque les permiten realizar el trabajo diario de manera más cómoda, más eficiente y, en un menor tiempo.

¿En qué momento se encuentra el sector y cuánto le falta hasta alcanzar su plena modernización?

El sector se va activando y adaptando a los cambios, va incorporando nuevas tecnologías a medida que se convencen de su utilidad real. Pienso que nuestros estudiantes van a ser agentes de esos cambios, puesto que han nacido en un entorno digital y con sus estudios se han dado cuenta de que ese mundo también se puede trasponer al trabajo diario del sector agroalimentario. Respecto a alcanzar la plena modernización, me parece algo imposible, porque en estos tiempos los desarrollos tecnológicos van muy rápido. No hay que obsesionarse con estar a la última, sino con utilizar los medios disponibles que pueden facilitar y mejorar el trabajo del día a día.

La mayor parte de los proyectos se desarrollan directamente en el campo, fuera del laboratorio.

La universidad es la cantera perfecta para el desarrollo de proyectos innovadores, si bien también hay muchos que lo consideran el paso previo a su incorporación como agricultores y ganaderos, ¿qué visión les aporta el paso por la facultad?

Quiero pensar que salen de aquí con una visión más global de la agricultura y la ganadería, con un abanico importante de opciones que poder aplicar en sus explotaciones para hacerlas más competitivas y eficientes y, también, cada vez más sostenibles.

Lograr el relevo generacional en un campo que debe afrontar en los próximos años jubilaciones masivas es un desafío mayúsculo, ¿se está avanzando por el buen camino? ¿Qué puede aportar en este sentido el mundo académico?

El número tan elevado de estudiantes y el entusiasmo de muchos de ellos por sus explotaciones y por sus pueblos hace pensar que estamos avanzando por buen camino. No obstante, no sé si será suficiente para cubrir toda la demanda. Por ello, desde la Universidad debemos contribuir a dignificar y profesionalizar la profesión, para que sea atrayente independientemente de que procedan o no de un entorno rural o de que tengan o no antecedentes familiares relacionados con el sector. Ese es nuestro reto: incorporar gente nueva al sector, con una buena formación, así como contribuir a mejorar cómo es percibido el sector por el resto de la población, lo que ayudará a dignificar la profesión. Yo soy optimista y me quedo con las experiencias que me trasmiten muchos de nuestros egresados con historias de éxito y, sobre todo, sin apenas paro.

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