Guerra de trenes

El más difícil todavía del tren de Zamora: Un día lleva a los viajeros en el pasillo y al siguiente no les deja montar

La avería de un Avlo obligó a sustituir el convoy a la capital por otro con menos plazas

Pasajeros zamoranos en los pasillos del Avlo, este domingo.

Pasajeros zamoranos en los pasillos del Avlo, este domingo. / Cedida

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

Mientras el presidente de Renfe alardea de que gracias a sus cambios de horario el tren Madrid-Galicia alcanzó el récord histórico de 11.997 viajeros, su otro objetivo, desmantelar el ferrocarril de Zamora, también va viento en popa, con trenes que paran en la capital pero no cogen viajeros y usuarios obligados a viajar de pie.

Este pasado domingo los zamoranos y turistas que se subieron a este AVLO 4334 de Zamora a Madrid con su billete pagado se toparon con la sorpresa de que sus asientos asignados ya estaban ocupados. Al parecer, la explicación, tal y como ha contado en la red social ‘X’ la usuaria @SandraCei, se debía a la recolocación de pasajeros de un tren averiado en Ourense.

"Aprovechando que este estaba allí en la estación, recolocaron a los pasajeros y le dieron indicaciones de que se sentasen donde pudiesen", explica la afectada. "Y el que se suba después, con su billete comprado para ese tren y a esa hora y con asiento asignado que se joda", añade.

Paró pero no dejó montar a nadie

Y este lunes los viajeros que esperaban el tren a Madrid de las 7.41 vieron como el Avril paraba pero no podían subir. Una faena, ya que la mayoría de usuarios que viajan a esas horas lo hacen por motivos laborales, es decir, tienen que llegar cuanto antes a Madrid.

El problema es que el tren que pasa a esas horas es un Avlo, pero el convoy que normalmente cubre este servicio estaba estropeado. Renfe tuvo que poner para cubrir el servicio un Avril, con menos plazas y por tanto había viajeros de más, que no tenían sitio en el convoy.

La solución adoptada por Renfe fue poner un tren adicional para recoger a los viajeros que se habían quedado tirados en Orense y en Zamora. Eso sí, tuvieron que esperar una hora más a los nuevos coches.

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