Zamora pierde otras religiosas

Las benedictinas abandonan la diócesis de Zamora donde residían desde hace más de 60 años

MONJAS BENEDICTINAS DE ZAMORA EN SU TAREA DIARIA

MONJAS BENEDICTINAS DE ZAMORA EN SU TAREA DIARIA / E. F. (archivo)

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

La comunidad de monjas benedictinas del Monasterio de La Ascensión, carretera Fuentesaúco km 2) abandonarán la diócesis de Zamora, donde residen desde 1961 y donde se dedican a la edición de libros tarea a la que seguirán ligadas.

Las religiosas, veintisiete hermanas procedentes del monasterio de Sahagún de Campos (León), llegaron a la diócesis bajo el episcopado de monseñor Eduardo González. Desde entonces, la comunidad “ha ofrecido a Zamora un testimonio luminoso de vida contemplativa fiel a la Regla de San Benito, escrita en el siglo VI por el santo abad de Nursia, y que sigue hoy guiando a miles de hombres y mujeres en su búsqueda de Dios a través de la oración, el trabajo y la vida en fraternidad” resaltan desde la Diócesis de Zamora.

Las comunidades de San Pelayo de Oviedo, San Salvador de Palacios de Benaver, en Burgos y La Ascensión de Zamora, junto con su casa dependiente, la comunidad de Santa Escolástica en San José de Costa Rica, “hace más de un año iniciamos un proceso de discernimiento conjunto en busca de caminos de vida y de cuidado de las hermanas y de nuestro carisma” explican.

Concluida esa fase, “comenzamos ahora una nueva etapa para llegar a unirnos en una única comunidad en el Monasterio de San Pelayo de Oviedo” precisan a través de una nota de prensa las religiosas.

La Iglesia local de Zamora siente con pena su partida, pero también con gratitud y esperanza, y desea que en su nuevo destino puedan vivir con plenitud la belleza de su vocación. “Nos duele su marcha porque han sido alma orante de nuestra diócesis” señala el obispo de Zamora, Fernando Valera.

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