La leve recompensa del esfuerzo

"Escuela, meritocracia, desigualdad y fracaso escolar" fue la conferencia inaugural de la reunión científica organizada por la asociación educativa Fedicaria en Zamora. Expertos y profesores analizaron la situación actual de las aulas y lo que significan estos conceptos para el futuro de sus alumnos

En la mesa, desde la izquierda, Raimundo Cuesta, Javier Merchán y César Rendueles. | MIGUEL ÁNGEL LORENZO

En la mesa, desde la izquierda, Raimundo Cuesta, Javier Merchán y César Rendueles. | MIGUEL ÁNGEL LORENZO

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

El esfuerzo y el mérito, ¿son suficientes para alcanzar ciertos puestos en la vida social? Responder a esta pregunta y el papel que la educación tiene en este proceso provocó un intenso e interesante debate en la primera de las ponencias de la reunión científica organizada por la asociación educativa Fedicaria.

Los expertos Javier Merchán, catedrático del departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y Sociales de la Universidad de Sevilla, y César Rendueles, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, fueron los encargados de desentrañar la situación actual en la mesa titulada "Escuela, meritocracia, desigualdad y fracaso escolar".

Congreso "Identidades, meritocracia y educación". Reunión científica de Fedicaria.

Javier Merchán, en el Congreso "Identidades, meritocracia y educación". Reunión científica de Fedicaria. / Miguel Ángel Lorenzo / LZA

"Es cierto que el origen de la familia y las relaciones sociales hacen que determinados puestos de trabajo en las altas esferas no se decidan por el mérito, pero eso no significa que debamos lanzar a los jóvenes el discurso de que no merece la pena esforzarse, porque, si no lo hacen, está claro que nunca lo van a conseguir", argumenta Merchán.

Congreso "Identidades, meritocracia y educación". Reunión científica de Fedicaria

César Rendueles, en el Congreso "Identidades, meritocracia y educación". Reunión científica de Fedicaria / Miguel Ángel Lorenzo / LZA

"El tema es que algunos se puedan sentir defraudados al nos haber logrado lo que se les había prometido, que el esfuerzo siempre tiene una recompensa, sino que comprueben que esta viene por un golpe de suerte o por el factor familia o contactos, viendo que es algo realmente injusto", añade Rendueles.

Discursos meritocráticos

El problema viene, según estos expertos, de la idea de los discursos meritocráticos de que "es solo responsabilidad tuya lo que ocurra, así que, si no lo logras, tú tienes la culpa", advierte. Y esa sensación solo acarrea una sensación de fracaso enorme, "cuando la realidad es que las cartas estaban marcadas desde el principio", apostilla Merchán. "Pero eso no justifica que nuestros alumnos no se deban esforzar al máximo, porque entonces la partida sí que está perdida", subraya su compañero.

Congreso "Identidades, meritocracia y educación". Reunión científica de Fedicaria.

Congreso "Identidades, meritocracia y educación". Reunión científica de Fedicaria. / Miguel Ángel Lorenzo / LZA

Ambos están de acuerdo en señalar que el sistema educativo es incapaz de solucionar este problema, por una vinculación directa con las desigualdades estructurales en la sociedad. "El profesor tiene que actuar como si fuera a ocurrir un milagro todos los días", anima el catedrático.

Por último, rechazan la idea de que el fracaso escolar sea mayor en la actualidad. "No hay datos empíricos que lo corroboren", afirma el investigador, quien considera que la escuela tiene como obligación principal "que todo el mundo aprenda, así que, si no lo consigue, quizá ese fracaso no sea culpa del sujeto, sino de la institución", reflexiona.

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