Violencia de género

Puñetazos y un zapatazo en la cara a su pareja en Zamora: un futbolista podría ir a prisión

La joven, considerada víctima de alto riesgo y a la que se ofreció una pulsera para salvaguardar su vida, declaró seguir teniendo miedo a su exnovio

Juzgados de Zamora

Juzgados de Zamora / S. R.

"Bastarda, puta, te vas con todos los hombres". La joven describió ocho meses de relación sentimental en los que la violencia verbal y física fueron intensificándose hasta que llegó a temer por su vida, una situación que denunció y que, el riesgo alto que corría la mujer, llevó al Juzgado de Violencia de Género a acordar la colocación de una pulsera telemática al futbolista que se formaba en el CD Internacional Zamora.

El imputado, de iniciales A.O.H., negó haberle propinado puñetazos, golpes con el respaldo de una silla y un zapatazo en el rostro a la altura del ojo, "no he levantado la mano a una mujer en mi vida", repitió en varias ocasiones a lo largo del juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal, donde testificó en inglés asistido por una traductora.

La joven describió cada uno de esos episodios, el último ocurrido el 12 de noviembre de 2023, cuando le dio un puñetazo en la misma costilla donde le había golpeado antes y con el zapato en la cara, tras lo cual decidió a acudir directamente a la Comisaría de Zamora para denunciarle, hasta donde le siguió el futbolista para tratar de intimidarla, apuntó.

"Solo quería que me dejara en tranquila"

"Yo solo quería que me dejara tranquila", manifestó la mujer que testificó ante el juez oculta por un biombo para no tener que ver al procesado, del que manifestó que "sigo teniendo a que me pueda agredir" y a que difunda grabaciones íntimas por Internet como le amenazó en su día.

A preguntas de la Fiscalía, que solicita para el procesado seis años y medio de cárcel por maltrato habitual (cuatro delitos de violencia física), coacciones e injurias, explicó que comenzó a sentirse asfixiada por el acusado a los cuatro meses de relación porque le revisaba constantemente el móvil y le exigía que se quedara en su domicilio a dormir.

"Él me alejó de mis amigas porque estaba todo el día hablándome por teléfono y metida en su casa", sin atreverse a contar a nadie lo que estaba sufriendo porque "no quería que la gente supiera lo que me estaba pasando". La mujer intentó dejar al deportista, pero este conseguía convencerla para que volviera con él con promesas de cambio que nunca cumplía, dado su carácter agresivo y obsesivo respecto de otros jóvenes.

Detergente para envenenarse

La última vez que regresó con el procesado se sintió obligada porque "me llamó por teléfono y me dijo que había bebido detergente". Cuando la joven fue a su piso, "me lo encontré tirado en el suelo y con detergente al lado", un intento de envenenamiento que resultó ser falso, solo una excusa para conseguir su propósito.

Sus compañeras de trabajo confirmaron el temor que la joven mostraba cada vez que recibía una llamada de teléfono del joven, "se ponía muy nerviosa, incluso vomitaba. Siempre entraba a un cuarto para hablar". Una de ellas relató que había visto los moratones en el brazo que dejaban al aire el uniforme, unas lesiones que la denunciante le explicó que le habían salido por una caída del patinete. El imputado afirmó que esos moratones se los ocasionó en el autobús al golpearse durante un viaje. Por otro lado, una de las testigos que compareció en el juicio contó que llegó a observar un golpe que la joven tenía en la cara.

La Fiscalía solicitó una condena por cuatro delitos de maltrato habitual, otro de coacciones y otro de injurias por los sucesivos episodios de violencia de género que la mujer denunció, el primero el 17 de octubre de 2023 cuando el imputado le acaba dando un tortazo en la cara y un empujón.

El 12 de noviembre la joven tuvo que acudir al médico por los puñetazos que le propinó en un costado izquierdo, el mismo día en el que las compañeras de trabajo vieron los moratones que presentaba en los brazos. Doce días después, vuelve a iniciar una discusión que termina con el zapatazo en la cara, una lesión que también corrobora una de las compañeras de la presunta víctima.

El abogado de la mujer, que pidió también cárcel para el acusado, expuso las conclusiones del médico forense que considera compatibles las lesiones que presentaba la joven con las agresiones que describe. Asimismo, indicó que el médico que la atendió corrobora esa causalidad de las heridas compatible con un delito de violencia de género.

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