Turismo en Zamora

Monasterios convertidos en destinos turísticos para la observación astronómica

La observación del cielo es un nuevo recurso turístico en el que se fijan pequeños municipios de zonas despobladas para captar el interés de los viajeros que buscan nuevas experiencias

Exterior del recóndito monasterio El Olivar, en Estercuel (Teruel).

Exterior del recóndito monasterio El Olivar, en Estercuel (Teruel). / MONASTERIO EL OLIVAR

"El cielo no puede esperar, tenemos que aprender a mirarlo de nuevo". Este es el mensaje que lanzó el padre Fernando Ruiz Valero en su visita a Zamora para inaugurar las jornadas formativas en astroturismo. Un nuevo nicho de mercado en pleno auge en el que el Patronato de Turismo de la Diputación de Zamora ha puesto el foco para ganar visitantes consciente de la calidad de los cielos de la provincia. Por ello, a través de este curso busca instruir a los profesionales del sector, especialmente propietarios de alojamientos rurales, guías o responsables de oficinas de turismo, entre otros.

El superior del Monasterio El Olivar, situado en Estercuel (Teruel), desarrolló ante los asistentes la historia del alojamiento cuya singularidad es que se encuentra en una zona muy despoblada, exenta de contaminación en la que se puede disfrutar de "un baño de estrellas" en el que valorar el cielo. Contemplación a la que "se suma el hecho de que somos una comunidad religiosa, un monasterio, junto a toda la arquitectura que invitan a un ritmo pausado, a la tranquilidad, a la reflexión, por lo que uno entra ya muy predispuesto a ver el cielo", expuso. Privilegio que, recordó, es importante preservar. "Las personas que estamos en el mundo rural tenemos la gran responsabilidad de cuidar no sólo del patrimonio terrestre sino también del celeste", subrayó.

Respecto a los principales visitantes que eligen la hospedería turolense atraídos por su profundidad estelar, el ingeniero y sacerdote, detalló que se trata fundamentalmente de familias y parejas en viajes tranquilos. "Personas que buscan un turismo diferente de paz, de descanso, de bienestar, de silencios, incluso, y que quieren tener esa experiencia de profundidad que luego te quede dentro cuando vuelves a tu casa", declaró. Público mayoritario al que se une también "gente especializada que sabe muchísimo o que hace fotografía o que son expertos en naturaleza y que vienen a conocer más en profundidad el espacio".

El padre Fernando Ruiz Valero, durante su ponencia en las jornadas de astroturismo en Zamora. | ALBA PRIETO

El padre Fernando Ruiz Valero, durante su ponencia en las jornadas de astroturismo en Zamora. | ALBA PRIETO

Orgulloso de poder ilustrar con el ejemplo de su monasterio a los profesionales zamoranos, profundizó en la gran oportunidad que ofrece el astroturismo como un recurso absolutamente sostenible. "No lo desgastamos, porque es una actividad que se complementa con todas las demás, porque se realiza de noche cuando normalmente las demás se hacen de día, porque lleva a las personas a quedarse en el territorio que están visitando para hacer noche y porque cada vez más hay una sede de experiencias significativas y el astroturismo parte en esta búsqueda de significado, de vivencia, de evolución", desarrolló.

No obstante, el padre Fernando Ruiz Valero alertó de las principales amenazas que enfrenta el cielo nocturno. "Se están haciendo cambios de luces a las nuevas tecnologías LED sin ningún conocimiento de lo que contamina la luz y poniendo una enorme cantidad de potencia mal dirigida y, además, de colores inadecuados". Tendencia, que para el superior del Monasterio El Olivar también "fastidia no sólo el disfrute del cielo, sino también la fauna nocturna que se pierde o, por ejemplo, las luciérnagas que están desapareciendo porque no hay manera de que se encuentren en medio de tanta luz". Sin olvidar, "los mosquitos a porrillo que se nos vienen encima desde kilómetros de distancia porque dicen ahí hay comida. Más luz, más mosquitos", apuntó.

Zamora. Jornadas de astroturismo en la FRAH

Zamora. Jornadas de astroturismo en la FRAH / Alba Prieto / LZA

Dedicado a enseñar el cosmos cada noche a los huéspedes de El Olivar, compartió con los asistentes a la jornada como nació su interés por la astronomía, "desde la fascinación de pequeño, desde navegar a vela en la juventud en el Mediterráneo y luego estudiar Ingeniería Industrial con una búsqueda de las ciencias", hasta que entró como sacerdote y "sufrió una potenciación", al seguir buscando distintos puntos de vista.

Contemplación del cielo que en su vida espiritual juega un papel muy importante al "tener el privilegio de estar en un lugar donde se puede ver el cielo todas las noches, donde vas viendo los ritmos de las estaciones y donde esto además se conjuga con la naturaleza, con la agricultura porque hay gente que está muy pendiente de la luna para sembrar o para recoger". Labor de contemplar el cielo que también agradeció compartirla con otros y ver "la admiración que despierta", lo que "hace que uno esté siempre en contacto con esta inmensa inmensidad que hace pensar que el autor tiene que ser todavía mucho más grande, lo cual es muy gordo", reflexionó.

Experiencia compartida con los participantes de las jornadas que seguirán este miércoles ampliando sus conocimientos con el fin de impulsar el astroturismo en la provincia de Zamora. Programa que hoy se centrará en la astronomía aplicada y el eclipse solar que tendrá lugar el 12 de agosto de 2026. El divulgador científico José Antonio Rodríguez será el encargado de la realización de los talleres prácticos del grupo que concluirá el día en el Castro de San Mamede, en Villardiegua de la Ribera.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents