Entrevista | Antonio Morán Catedrático de la Universidad de León

"Las plantas de biometano están sujetas a estrictos controles"

Antonio Morán es investigador principal del Grupo de Ingeniería Química, Ambiental y Bioprocesos y director del Máster en Producción en Industria Farmacéutica y el programa de doctorado en Ingeniería de Producción y Computación en la Universidad de León. Además, ha dirigido y colaborado en más de 80 proyectos de I+D a nivel regional, nacional y europeo.

Antonio Morán en uno de los laboratorios de la Universidad de León.  | CEDIDA

Antonio Morán en uno de los laboratorios de la Universidad de León. | CEDIDA / Cedida

M. S.

La bioenergía constituye una de sus principales líneas de trabajo.¿Qué tipo de proyectos de investigación desarrolla?

Desarrollamos proyectos de investigación en innovación, que podríamos definir en dos planos diferentes. Por un lado realizamos proyectos de investigación aplicada al desarrollo de nuevas tecnologías realizando trabajos fundamentalmente a nivel de laboratorio. Un ejemplo es el proyecto "Integración de Electrolisis Microbiana y Electrolisis Kolbe para la Producción Sostenible de Electrocombustibles" donde pretendemos avanzar hacia una bioeconomía integrada mediante el desarrollo de un novedoso concepto de electrolizador capaz de convertir el exceso de energía renovable en e-combustibles gaseosos y líquidos. Por otro lado, trabajamos en el desarrollo o mejora de procesos industriales en colaboración con las empresas. Podemos mencionar la optimización del proceso de fabricación de material ignifugante a partir de un residuo industrial; la mejora de las características agronómicas de fertilizantes mediante enriquecimiento con estimulantes microbianos, así como los estudios de proyectos de plantas de digestión anaerobia.

Durante quince años fue el director del Máster de Energías Renovables en la Universidad de León. ¿Qué parte ocupaba el biometano?

Una de las asignaturas del máster estaba dedicada a la producción de biocombustibles, dedicando cerca de la mitad de la asignatura a la digestión anaerobia de residuos para la producción de biogás. Hoy día desde el área de Ingeniería Química de la Universidad de León se imparten varias asignaturas, en diferentes grados, donde se trata esta temática.

¿En qué consiste el proceso de producción de biogás y, posteriormente, biometano?

Se trata de un proceso biotecnológico que aprovecha residuos orgánicos (estiércol, restos de alimentos, residuos agrícolas, aguas residuales, etc.) para generar energía renovable. El proceso arranca con la recolección y preparación de residuos que se trituran y mezclan para obtener una masa homogénea, llamada sustrato. De ahí se pasa a la digestión anaerobia consistente en un tanque cerrado sin oxígeno, donde bacterias descomponen la materia orgánica en varias etapas: hidrólisis (descomposición de las moléculas más grandes), acidogénesis (generación de ácidos grasos volátiles), acetogénesis (formación de ácido acético e hidrógeno) y metanogénesis (conversión en biogás, compuesto principalmente por metano ( 50–75%), dióxido de carbono (25–50%) y trazas de sulfuro de hidrógeno, vapor de agua). Este proceso dura entre 15 y 45 días, dependiendo de la temperatura y el tipo de residuos. El tercer paso es la transformación del biogás en biometano, lo que se denomina "upgrading" para eliminar trazas y el CO2. El biometano con >95% de CH₄, ya es apto para inyectar en la red de gas natural o para usos directos. Lo último es hablar del digestato o digerido: el residuo sólido/líquido restante tras la digestión anaerobia y que se puede usar como fertilizante orgánico, ya que es un material orgánico que contiene nutrientes como nitrógeno y fósforo (este contenido varía según los sustratos utilizados).

Este tipo de instalaciones crea puestos de trabajo directos e indirectos, por lo que genera muchas más ventajas para la zona que los pequeños inconvenientes que pudiera causar

Los residuos se tratan y desaparecen, pero parcialmente, ¿qué ocurre con la parte restante?

Los residuos se transforman en CO2 y principalmente en CH4 (metano), como anteriormente se ha señalado. El residuo de la digestión anaerobia, "digestato", tiene una parte de sólidos y la mayor parte de agua, por lo que, para su utilización agrícola, se suele realizar un proceso de concentración de la fracción sólida y así, facilitar su aplicación en campo. El resto de la fracción líquida se puede recircular al proceso (en mayor o menor medida según la humedad de los materiales utilizados en la digestión) o llevar a balsas para su posterior utilización en el regadío de zonas agrícolas o jardines cercanas a la planta de biogás.

El biofertilizante es otro de los productos resultantes, ¿cómo se gestiona para que sea seguro para el campo y el medio ambiente?

Los digestatos provenientes de plantas que tratan residuos agro-ganaderos y residuos de la industria agroalimentarias son seguros ya que durante la digestión se ha sometido a un proceso de calentamiento que elimina gran parte de los microorganismos patógenos, que pudiera haber en el residuo original.

¿El digestato es inodoro?

Si el proceso de digestión se hace correctamente, no tiene por qué oler mal y desde luego huele mejor que los residuos originales que se tratan en el digestor.

Hablar de estos proyectos genera dudas y/o rechazo por una parte de la sociedad. ¿Cuál es el problema de fondo?

Es algo que está sucediendo en algunas zonas de España, que puede ser debido al desconocimiento y, en algunas ocasiones, a una falta de confianza o de información clara. Hay miles de plantas funcionando en toda Europa y España cuenta con cerca de veinte plantas que tratan residuos ganaderos. Además, en Castilla y León hay plantas de digestión anaerobia desde hace muchos años, instaladas en la mayoría de las grandes depuradoras de aguas residuales para tratar sus lodos. Igualmente hay ya alguna planta operativa que trata residuos ganaderos.

¿Existe alguna forma de acercar posturas?

Si. Una buena forma de empezar es informando con transparencia y desde el principio a las personas que puedan sentirse afectadas. Escuchar sus inquietudes y ofrecer respuestas claras para ayudar a generar confianza. Sabemos que siempre habrá quienes mantengan una postura contraria por motivos personales o particulares, pero abrir espacios de diálogo sincero puede ayudar a reducir tensiones y buscar puntos de encuentro.

¿Cuál es el nivel de seguridad que ofrece este tipo de plantas?

Estas plantas están sujetas a estrictos controles y requisitos por parte de la administración. Se exige el cumplimiento de normativas de seguridad rigurosas, similares a las que se aplican en instalaciones de gas convencionales, como las que tenemos en nuestros hogares.

¿Estas plantas emiten algún tipo de contaminante?

No emiten contaminantes reseñables, quizás algunas instalaciones en algunas casas emitan muchos más, aunque tampoco sean reseñables ni lleguen a tener importancia.

¿Qué papel deben asumir las promotoras de estos proyectos?

Las promotoras deberían, desde el principio aclarar todas las dudas y explicar las ventajas. Habrá siempre algún inconveniente, pero debería ser salvable. No quiero terminar sin señalar que especialmente en zonas de despoblación, este tipo de instalaciones crea puestos de trabajo directos e indirectos, por lo que genera muchas más ventajas para la zona donde se va a instalar, que los pequeños inconvenientes que pudiera causar a algunos particulares. Cuando se hace una carretera nueva también se generan algunos inconvenientes, pero la carretera se debe construir, aquí podríamos decir algo parecido.

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