Conferencia en la Facultad de Educación de Zamora

Educación emocional contra el bullying en los institutos

La profesora Carolina Bello Correas removió las conciencias de los estudiantes con su taller práctico «Educación emocional ante situaciones de bullying en adolescentes»

Carolina Bello, durante el taller que impartió en la Facultad de Educación de Zamora.

Carolina Bello, durante el taller que impartió en la Facultad de Educación de Zamora. / JOSE LUIS FERNANDEZ

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

La psicopedagoga Carolina Bello Correas, de la Universidad de Extremadura, fue otra de las ponentes del intenso programa elaborado para esta Semana Internacional organizada por la Facultad de Ciencias de la Educación del Campus Viriato de Zamora.

En su caso, quiso pasar a la acción con un taller titulado «Educación emocional ante situaciones de bullying en adolescentes», en el que, poco a poco, se fueron implicando todos los alumnos participantes —de Zamora, Francia y Alemania— para desarrollar herramientas que ayuden a evitar una de las mayores lacras actuales contra las que se tiene que luchar en el aula.

En continua formación y con un gabinete de terapia de gestión emocional, aprovechó parte de su tesis doctoral para transmitir a los alumnos todo lo aprendido desde la experiencia, ofreciendo la educación emocional como herramienta preventiva, con la que poder evitar conductas violentas en la adolescencia.

En crecimiento

Esta herramienta, reconoce, ha crecido en importancia durante los últimos años. «La educación emocional se ha convertido en algo esencial, ya ha quedado atrás esa educación académica estricta que se nos ofertaba, atendiendo únicamente a las asignaturas. Howard Gardner descubrió que había inteligencias múltiples y una de ellas era la intrapersonal, subrayando lo importante que es tener conciencia de tus emociones y un autoconcepto sano para lograr una autoestima también sana, aprender a motivarte y trabajar la frustración», argumenta.

Carolina Bello

Carolina Bello / JOSE LUIS FERNANDEZ

Junto a la frustración, y siguiendo a Begoña Ibarrola, también considera esencial las lecciones sobre comunicación, asertividad y empatía.

«Por eso yo siempre animo a los profesores a que intenten vincularse, desde el minuto uno, con el alumnado. Aunque parezca que es una tontería, que con ello solo se pierde el tiempo, no es así, porque, en el fondo, se ganará en salud emocional y mental. Si se genera ese vínculo con los estudiantes, puedes prevenir muchos conflictos posteriores», afirma la experta.

Varias figuras en la ecuación

En estas situaciones de enfrentamiento, además de la figura del agresor y la víctima, también está la del observador, cuya labor es muy importante. «Sería necesario trabajar más ese rol, porque si se unieran todos los observadores y se crea un vínculo entre ellos, se podría acoger mejor al agresor y hacerle darse cuenta de que lo que está haciendo no es correcto», considera.

Se alegra de que los jóvenes con los que trabaja diariamente sean plenamente conscientes del problema actual del bullying, también aquellos que van a ser futuros maestros. «En este taller hemos podido debatir sobre el tema, aunque es cierto que al principio les cuesta entrar. Pero entienden que todos somos parte responsable, cada uno desde nuestro lugar», señala. Apunta que muchos de ellos son, en cierta medida, cómplices de lo que está ocurriendo.

Taller de Carolina Bello en la Facultad de Educación de Zamora.

Taller de Carolina Bello en la Facultad de Educación de Zamora. / JOSE LUIS FERNANDEZ

«No se dice nada por vergüenza, por tristeza, por pena. Y por eso hacen la vista gorda», describe. Por ello, apuesta por «menear» al observador. Y parte de ese trabajo lo tiene que realizar el profesor. «No solo hay que preocuparse por la formación académica, en el currículo de las facultades de Educación también debería entrar el trabajar la empatía, eso cambiaría muchas cosas», subraya.

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