Implantación de la Zona de Bajas Emisiones en Zamora: Beneficio ambiental con más multas y pago por aparcar

La conocida como zona azul, aquella en la que el aparcamiento en superficie es de pago, se extenderá a nuevas áreas del casco urbano, bien con ese color como distintivo, o bien con otro que de prioridad a residentes o que favorezca una mayor rotación en el aparcamiento a través de tarifas que reducen el tiempo máximo o penalizan a quienes tiene coches contaminantes.

La ampliación de la ORA a la vez que se extiende la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) es una de las propuestas que se contempla en el estudio encargado por el Consistorio zamorano para crear un cinturón urbano de baja contaminación, en el que se prohíba el acceso a los vehículos con más emisiones de CO2, que son los más antiguos, con la posibilidad de restringirse también a los no residentes.

La implantación total de la Zona de Bajas Emisiones en Zamora culminará en 2030

El Consistorio zamorano tiene en el tablón de anuncios de la sede electrónica municipal el documento de más de 400 páginas de implantación de la Zona de Bajas Emisiones en la ciudad de Zamora con el fin de que pueda ser consultado por la ciudadanía y quien lo desee formule alegaciones. Eso sí, el plazo para hacerlo concluye el 7 de mayo, teniendo en cuenta la fecha en la que se publicó en ese tablón de anuncios virtual, el pasado 24 de marzo.

Aunque el equipo de Gobierno municipal apenas ha dado publicidad al documento, el estudio recoge unos planes de implantación que, de seguirse al pie de la letra, supondrán un cambio importante en la movilidad de la ciudad.

El informe está hecho para realizar una implantación progresiva de la ZBE a lo largo de ocho anualidades, inicialmente entre los años 2023 y 2030. El estudio recoge los costes que conllevará esa área de bajas emisiones y cuantifica el beneficio medioambiental, que es más que evidente.

La ZBE también tendrá un coste para las arcas municipales, pero será compensado con creces. No solo por la reducción de la contaminación, sino también por la recaudación de multas a los vehículos que accedan a la ZBE teniéndolo prohibido y por la mayor recaudación en la zona ORA.

El informe cifra en 1.374.200 euros el coste de implantar la Zona de Bajas Emisiones para el Ayuntamiento. De esa cuantía, la creación de un centro de control de la ZBE se llevará una cuarta parte del presupuesto, 340.000 euros, mientras que la instalación de un sistema de control de la ocupación de los aparcamientos públicos de rotación supondrá un desembolso de 295.000 euros.

A ello se suman, entre otras partidas, 243.000 euros para un sistema de control y vigilancia medioambiental, con el fin de endurecer las restricciones de acceso los días de mayor contaminación.

Igualmente, se emplearán 188.000 euros en el sistema de cámaras y equipos fijos para el control de acceso de vehículos a la ZBE y 125.000 euros en coches con equipos móviles que lleven a cabo ese control.

En cuanto a los ingresos, la ZBE implicará un mayor uso de los aparcamientos subterráneos y de la ORA. De hecho, para el periodo 2024-2030 se estima en 564.545 euros los ingresos por la demanda al alza en el estacionamiento, a lo que hay que sumar otros 558.533 euros en los que se estima el ahorro en ese periodo en renovación del pavimento por su menor uso, al pasar menos coches.

Además, el acceso indebido a esa zona de bajas emisiones con vehículos que no pueden entrar en ella implicará sanciones que irán desde los 200 euros para las multas graves hasta los 500 para las muy graves. Eso supondrá, en el periodo referido, una recaudación adicional de cerca de 1,97 millones de euros, según el citado informe.

Más importante aún será el ahorro de tiempo recuperado en términos productivos, estimado en cerca de 7,25 millones de euros. A todo ello se suman 4,85 millones que supondrá la mejora de la calidad de vida y la salud de las personas, 1,28 millones de euros de subvenciones de otras administraciones que captará el Ayuntamiento para movilidad urbana sostenible y 1,58 millones de beneficios por la mejora de la seguridad vial de la ZBE. Al respecto, el estudio calcula que en la Zona de Bajas Emisiones se reducirá en un 10% la siniestralidad viaria, especialmente de atropellos de vehículos a motor a ciclistas y peatones.

De esta forma, los beneficios globales de implantar la ZBE en Zamora se cifran en 18 millones de euros hasta el año 2030, mientras que los costes totales, incluidos los de instalación del sistema de control y otros como los del cambio de vehículos privados para obtener una etiqueta medioambiental que permita acceder a la ZBE, se cifran en 16,46 millones de euros. Es decir que, según esa estimación, la implantación es económicamente rentable, con 1,6 millones de euros más de beneficios que de costes.

La implantación de la ZBE se hará por fases y se irá ampliando de forma progresiva. En la primera, hasta finales de este año, se permite la circulación de todos los vehículos con etiqueta medioambiental B, C, Eco y cero emisiones, y de los que no tengan ese distintivo se permitirá solo los que residan en esas zonas.

Las restricciones se irán ampliando de forma progresiva hasta finales de 2030 y la ZBE también. En la primera fase comprende solo el área entre Santa Clara, San Pablo y el Mercado de Abastos. Posteriormente se incluirá también el tramo de Pablo Morillo del colegio Arias Gonzalo. Después el límite estará en Puerta Nueva, la Plaza Mayor, la Costanilla, Ronda de Santa Ana y Sancho IV. En la última fase abarcará un anillo mucho más amplio que llega hasta la orilla del río por la avenida del Mengue y la de Vigo, sigue por Trascastillo, la avenida de la Feria, sube por la ronda de la Feria, llega a la plaza de Alemania y sigue por Alfonso IX para continuar por la avenida de Portugal y enlazar de nuevo con la avenida del Mengue.

La regulación y control de tráfico en la ZBE se efectuará las 24 horas del día, de lunes a domingo.

Sobre el estacionamiento, el informe precisa que deberá tenderse a regular todas las plazas de aparcamiento "dentro y fuera del ámbito de la ZBE, ya sea con zonas azules o de rotación, o con áreas verdes o de residente". De esa forma se establecería el pago, ofreciendo tarifas variables y exenciones según el etiquetado ambiental, "con el objetivo de vigilar el estacionamiento".

El estudio recomienda que la zona ORA llegue a toda la avenida de Portugal, Alfonso IX, la Ronda de San Torcuato, la Ronda de la Feria, la avenida de la Feria y la avenida del Mengue, "estudiando la posibilidad de sistemas mixtos entre la zona azul y verde", apunta el informe, del que aún está abierto el plazo de presentación de alegaciones.

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