Zamoranos en la visita la capilla ardiente del papa Francisco

Miles de personas de todo el mundo hacen cola frente al Vaticano para poder dar el último adiós al papa Francisco, cuyo cuerpo ha quedado expuesto en un humilde féretro para que todas las personas que lo deseen puedan pasar por la capilla ardiente.

Uno de ellos es el sacerdote zamorano, que atendió la llamada de este diario en la misma cola de fieles a las puertas del Vaticano. Tino, como lo conoce todo el mundo en Zamora, está realizando la tesis doctoral que requiere constantes viajes a Roma. Por tanto su estancia allí no se debe al fallecimiento del Papa, sino a un viaje previsto con antelación debido a los trabajos de su tesis doctoral de la Universidad Gregoriana sobre la espiritualidad del sacerdote y su dimensión comunitaria.

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"Recibí con sorpresa la muerte del papa. Sabíamos que estaba gravemente enfermo, pero el desenlace creo que nos ha sorprendido a todos, porque acababa de aparecer en la plaza de San Pedro", explica el cura.

"Perdemos a una figura con una gran repercusión a nivel eclesial y mundial. Ha sido un papa muy valorado, como que quedado de manifiesto en las intervenciones de los líderes políticos que se han sucedido a raíz de su fallecimiento. Han sido valoraciones para una gran persona que ha sido capaz de unir, acercar posturas y romper con las polarizaciones que a veces tenemos", considera Florentino Pérez.

El sacerdote cree que "a nivel eclesial representa al sucesor de Pedro, signo de unidad de la Iglesia universal. Siento que estamos viviendo unos momentos históricos que van a marcar un antes y un después en la Iglesia a nivel mundial".

Este sábado Tino participó en el responso que se ha rezado durante el traslado del cadáver de Santa Marta a San Pedro. Después, una vez abierta la capilla ardiente, "nos hemos puesto a la cola. Hay muchas personas deseosas de presentar sus respetos".

Estampa de Nuestra Madre

No era el único zamorano. Raquel Martín, tesorera Nuestra Madre se encuentra en Roma disfrutando de un viaje familiar, el regalo de Navidad, planeado con meses de antelación, pero que ha coincidido con el fallecimiento de Francisco. La anécdota es que cuando murió el anterior papa también estaba en Roma un directivo de Nuestra Madre.

"Llegamos en domingo, y el lunes, camino del Coliseo ha sido un amigo de Zamora el que nos ha contado la noticia de la muerte del papa, porque aquí no habíamos oído nada", relata Raquel.

La familia tenía concertada la visita a los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina, que sí han podido realizar y conocen también la basílica de Santa María La Mayor donde el sábado será enterrado el papa.

Raquel, con su marido y sus hijos, madrugaron este miércoles a las siete y cuarto de la mañana para estar presentes en los actos previos al funeral. Acertaron, porque entonces no había mucha gente y han podido ser espectadores, en primera fila, de la procesión del traslado del cuerpo de Francisco por la plaza de San Pedro hasta la basílica donde ha quedado expuesto para la veneración de los fieles.

A continuación la familia zamorana se colocó en la cola para poder acceder a la capilla ardiente, y de hecho han sido de los primeros en entrar, por lo que tanto Televisión Española como un canal francés les han entrevistado para conocer sus impresiones.

Antes, Raquel ha tenido tiempo para hacer una foto del féretro de Francisco con una estampa de Nuestra Madre, que ha quedado en el Vaticano como recuerdo.

"La entrada a la basílica ha sido muy bonita, con un grupo italiano rezando y los demás contestando, cada uno en nuestro idioma", cuenta Raquel, que se confiesa admiradora de Francisco. "Ha sido un papa muy cercano, es el sentimiento de todo el mundo. Ha dado un giro a la Iglesia y la ha adaptado a los tiempos de ahora, siempre acordándose de los pobres".

La devoción del pontífice argentino a la Virgen es otro de los puntos que le acercan a las simpatías de Raquel, devota a su vez de Nuestra Madre.

El próximo sábado a las 10.00 horas se celebrará el funeral.

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