Jesús Nazareno analizará la causa del desajuste producido en el regreso de la procesión

"Ha habido un cambio grande en la organización del desfile y pueden pasar esos fallos, pero todavía hay que estudiarlo y mirar por qué pasó para tratar de corregirlo y que no vuelva a suceder", afirma el presidente de la Cofradía

«Pedimos disculpas a esos hermanos que se han sentido mal», pero «todavía es pronto para hacer valoraciones de lo que pasó realmente porque eso lo tenemos que ver con los informes de la organización». Estas han sido las primeras palabras de José Ignacio Calvo Bartolomé, presidente de la cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación, sobre el suceso que enturbió el final del recorrido de la procesión de la pasada madrugada del Viernes Santo en Zamora cuando un grupo de hermanos manifestó con las cruces en alto y gritando «¡Directiva dimisión!» su malestar por quedarse descolgados en el apresurado regreso.

«Ha habido un cambio grande en la organización del desfile y pueden pasar esos fallos, pero todavía hay que estudiarlo y mirar el porqué de esa razón y tratar de corregirlo para que no pase otros años», añade Calvo. Situación que se vivió en un desfile que ante la amenaza de lluvia, acortó su itinerario. 

«Dentro de las posibilidades que teníamos, tuvimos el acierto de hacer el recorrido que quisimos, pero daban lluvias entre las doce y media y la una y no nos quisimos arriesgar. Y por eso, cambiamos el recorrido a las cinco de la mañana para el regreso», detalla el presidente. De este modo, en vez de proseguir desde la avenida de las Tres Cruces por la calle Amargura, avenida Príncipe de Asturias y calle Santa Clara, se optó por ir hacia San Torcuato, lo que obligó a modificar la reverencia.

«En la reverencia antigua, la Virgen se ponía en la concurrencia entre Tres Cruces y Amargura, pero como teníamos que bajar por San Torcuato, la hemos tenido que poner en la Amargura para que pudieran pasar los pasos. Eso es un cambio muy grande dentro de una procesión como es la nuestra», expone.

Procesión que, además, fue mucho más multitudinaria que en otras ocasiones. «Ha sido impresionante la salida de hermanos que ha habido este año y estoy contento por eso», afirma. 

Satisfacción que comparte también por el estreno de la mesa para llevar a hombros el paso «El redentor camino del Gólgota». Novedad que no solo cumplió las expectativas, sino que «las ha superado», indica. «Ha sido una maravilla ver Redención por las calles de Zamora sobre los hombros de los cargadores. La verdad es que ha sido un acierto y los cargadores han hecho un papel impresionante al llevar un paso como Redención y parecer que iba andando», manifiesta.

Expectación en un itinerario en el que se pudieron ver crespones negros en varios de los pasos en recuerdo de los hermanos fallecidos como en La Caída, que haría historia al ser portado durante unos metros por la hija de Miguel Ángel Regueiro, conocido como «El Pitu», propietario del bar Chaplin, que falleció hace unos meses. Clara Regueiro aceptó emocionada, «con lágrimas y miedo» el puesto bajo los banzos convirtiéndose en la primera mujer en cargar el grupo escultórico. Oportunidad y homenaje que agradeció con «orgullo».

Emotivo desfile de Jesús Nazareno que concluyó de manera extraordinaria con los vítores de la multitud congregada en la Plaza Mayor de Zamora a los cargadores de cada uno de los pasos. Acto final en el que se lucieron frente al Ayuntamiento de la capital para ofrecer una imagen única.

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