Así es el auténtico "dos y pingada" en Zamora

Las cocinas de los bares y restaurantes de la capital no paran de freír huevos y magro de cerdo durante el Domingo de Resurrección

Dos y pingada.

Dos y pingada. / Alba Prieto

T. S.

El Domingo de Resurrección huele a fin de Semana Santa, al inicio de las romerías y al final de la muerte. Pero también huele a huevos fritos con jamón o lo que es lo mismo, a "Dos y pingada". Si eres de Zamora o acostumbras a visitar la ciudad durante la Pasión, estamos segurísimos de que sabrás lo que es. Si no, aquí te contamos todo sobre esta deliciosa tradición gastronómica.

El dos y pingada es el plato estrella de muchos bares y restaurantes de la capital durante la jornada de resurrección. Las cocinas de los establecimientos hosteleros no paran de freír huevos y lonchas de magra o jamón. No obstante, la austeridad de este menú lo admite todo dando paso hoy en día a una combinación mucho más completa que puede incluir lomo, chorizo, morcilla y hasta una buena ración de patatas fritas, a gusto del consumidor. De ahí que en algunos sitios sea conocido como "Dos y Pingada... y una tajada".

El bar Oviedo y La Herminia

Aunque este menú típico se sirve a la hora de comer en la mayor parte de restaurantes zamoranos, en sus orígenes se ofrecía únicamente en los bares Oviedo y La Herminia del barrio de la Horta.

La tradición del "dos y pingada" se retrotrae a mediados del siglo XX y era el desayuno que tomaban los cofrades de la procesión de la Santísima Resurrección con la que concluye la Semana Santa de la ciudad

Su preparación consiste en:

  • Dos huevos fritos.
  • Dos o tres magras de cerdo pasadas por la sartén (la magra es el jamón fresco)
  • También puede ir acompañado de jamón semicurado y pan para "la pingada"
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