sucesos en Zamora

Un moroso de un club deportivo, que se pasea por Zamora con su Porsche, en los juzgados por la deuda

El acusado firmó un contrato como socio que le obligaba a cubrir 18 cuotas mensuales por importe de 50 euros, de las que no llegaría a entregar ni una

Vista aérea de las instalaciones del Club Deportivo Esla, de las que el moroso disfrutó todo un verano gratis.

Vista aérea de las instalaciones del Club Deportivo Esla, de las que el moroso disfrutó todo un verano gratis. / Cedida

No llegó a pagar ni el primer mes de cuota, de 50 euros, como socio del Club Deportivo Esla, «pero llegaba a las instalaciones con su Porsche de alta gama» de sobra conocido en Zamora por cuyas calles circulaba con el singular vehículo. El incumplimiento del contrato que le comprometía a pagar, al menos, durante 18 meses esa cantidad, le ha llevado directamente al juzgado para la reclamación de la deuda.

El Club de La Encomienda ha denunciado a este individuo porque no ha hecho frente al acuerdo suscrito, a pesar de las llamadas telefónicas y de los correos electrónicos enviados para informarle de las facturas sin abonar y para reclamarle las cuotas. El envío de burofaxs en los que se le instaba a cumplir con el contrato para no llegar a los juzgados fue el detonante de su desaparición.

Los socios del club situado en el municipio de Perilla de Castro celebraron la incorporación del nuevo componente sin sospechar que lo tendrían todo un verano disfrutando de las instalaciones deportivas y de ocio sin pagar un solo euro, con su Porsche aparcado en el recinto.

La directiva del club ante el silencio del moroso, de iniciales E.M.D., acordó expulsarle de la organización, «nos costó tres meses cumplir con ese trámite», puesto que no eran capaces de notificarle ninguna comunicación como socio, apuntan fuentes próximas a este caso de reclamación de cantidad que ya tramita el Juzgado.

El demandado tampoco puso ser localizado en la sede de la empresa de informática que regentaba en la capital de Zamora, ni en la dirección de la tienda de informática que tenía en el conjunto del Cuartel Viejo. «Es el estereotipo clásico de moroso», apuntan las mismas fuentes. Ahora, tendrá que ser el Juzgado el que dé orden a la Policía Nacional de su localización para enfrentar el juicio monitorio.

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