Valorio tiene una casa a su entrada, ¿sabes que pertenecía al Guarda del bosque?

Tipismo lejano, hecho zamorano

Valorio tiene una casa a su entrada, ¿sabes que pertenecía al Guarda del bosque?

Valorio tiene una casa a su entrada, ¿sabes que pertenecía al Guarda del bosque? / P. H. A.

P. H. A.

El bosque de Valorio, en la prolongación de San Lázaro, San José Obrero y San Isidro, fue antaño y es hoy lugar de ocio para los zamoranos: para los niños que juegan y alegres se divierten (‘resbalinas’, toboganes) y para los mayores que pasean, conversan o meditan. No está en las afueras, sino en el interior de la sentimentalidad. La naturaleza se presenta, en sus 80 hectáreasdiversa y bella, tanto por su flora como por su fauna. Distintos ecosistemas, con árboles centenarios, y distintos animales.

Valorio tiene una casa a su entrada, ¿sabes que pertenecía al Guarda del bosque?

Valorio tiene una casa a su entrada, ¿sabes que pertenecía al Guarda del bosque? / P. H. A.

Está ahí, nada más entrar, pero es ignorada, porque el ciudadano no suele prestarle atención, a pesar de su prestancia. Se trata de la denominada Casa del Guarda, con su estampa de cuento alpino, aunque hay quien la acerca al estilo inglés. Tipismo no le falta, adaptado al entorno. El nombre hace alusión al encargado de la vigilancia de la arboleda. Hay que subir cuatro peldaños para acceder a la vivienda, que tiene dos alturasLa planta superior dispone de balconada, también de madera, y farol, que carece de bombilla. La posterior presenta 2 vanos. El tejado vierte a dos aguas.

Valorio tiene una casa a su entrada, ¿sabes que pertenecía al Guarda del bosque?

Valorio tiene una casa a su entrada, ¿sabes que pertenecía al Guarda del bosque? / P. H. A.

Fue construida en los inicios del XIX como residencia estival del vizconde de Garcigrande, noble con amplias propiedades en la capital y en la provincia. El hacendado poseía heredades en Monfarracinos y El Perdigón, entre otros pueblos, de las que obtenía buenas rentas. El ayuntamiento de la ciudad adquirió la Casa en 1839. Estuvo habitada hasta mediados del pasado siglo.

El cuidado municipal de ese espacio, donde se respira sosiego y libertad, también hace necesaria la educación ambiental.

Tracking Pixel Contents