Política

Vox Zamora se desvincula de la dimisión de García-Gallardo y aboga por recomponer el partido en Castilla y León

El líder autonómico de la formación y exvicepresidente regional se marcha por sorpresa con críticas a la "la ley de hierro de la oligarquía" de su partido

García-Gallardo con la procuradora Marisa Calvo y el concejal Javier Eguaras, en un acto de campaña. | EMILIO FRAILE (ARCHIVO)

García-Gallardo con la procuradora Marisa Calvo y el concejal Javier Eguaras, en un acto de campaña. | EMILIO FRAILE (ARCHIVO)

Las reacciones a la dimisión del hasta ayer líder de Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo, no se han hecho esperar.

El presidente de Vox en Zamora y teniente de alcalde de Benavente, Eugenio Blanco, ha abogado tras la crisis abierta por la dimisión de García-Gallardo por "recomponerse y tirar adelante" y ha recordado que en todos los partidos surgen algunas discrepancias, "pero lo importante es que el proyecto salga adelante, con unas personas o con otras", ha declarado. También ha sostenido que la situación a nivel provincial afecta poco y que es inevitable que haya gente que abandone el partido, pese a que "a nadie le gusta".

Sobre la expulsión de dos procuradores regionales por reclamar democracia interna, Eugenio Blanco ha opinado que la decisión de la dirección de darles de baja "no podemos cuestionarla, de ninguna manera". A su juicio, lo importante es "seguir luchando y tirando para adelante" porque el partido está al alza, lo dicen las encuestas y "se nota en el ambiente".

El presidente provincial de Vox y primer teniente de alcalde de Benavente, Eugenio Blanco.

El presidente provincial de Vox y primer teniente de alcalde de Benavente, Eugenio Blanco. / J. A. G.

Sin adelanto electoral

Por su parte, el presidente autonómico, que el pasado verano se quedó en minoría tras la marcha de Vox del gobierno de coalición, ha indicado sobre la dimisión de García-Gallardo, "en nada influye" para un posible adelanto electoral. Fernández Mañueco ha declarado mostrarse "respetuoso" con otros partidos políticos cuando "pasan por crisis tan graves", aludiendo así también al relevo en el PSOE de Castilla y León. Ante la situación de sus rivales, el líder de los populares castellanos y leoneses ha enviado un mensaje de "tranquilidad" y "estabilidad" de su Gobierno en la Comunidad. Por su parte, la consejera zamorana Leticia García ha deseado "lo mejor" a Gallardo.

García-Gallardo fue el primer líder autonómico de Vox que alcanzó el poder, al ocupar una vicepresidencia de la Junta de Castilla y León sin funciones fruto del primer pacto en un Gobierno autonómico español entre PP y Vox. Hace poco más de seis meses, abandonó el Gobierno regional dentro de una estrategia consensuada de su formación en las Comunidades en las que apoyaba gobiernos del PP y hoy ha presentado su dimisión por sorpresa, por "discrepancias" con la dirección nacional. García-Gallardo ha dejado todos sus cargos orgánicos e institucionales tras tres años de vida pública desde su entrada en la política autonómica y sin que su marcha tenga consecuencias en Zamora, cuya dirección provincial se ha desmarcado del movimiento de su líder autonómico y ha recordado que aunque las personas se van, el partido permanece.

El auge y la caída de García-Gallardo es representativo porque fue uno de los faros en los que luego se miraron otros líderes autonómicos de Vox y debido a que, más allá de sus responsabilidades en Castilla y León, ejerció también una influencia nacional en la formación de Santiago Abascal al ser una de las cabezas visibles en la oleada de protestas ante la sede del PSOE en Ferraz en noviembre de 2023.

García-Gallardo, en una visita a Zamora. | JOSÉ LUIS FERNÁNDEZ (ARCHIVO)

García-Gallardo, en una visita a Zamora. | JOSÉ LUIS FERNÁNDEZ (ARCHIVO)

Enemigos

Al igual que su partido, García-Gallardo hizo de la llegada de inmigrantes una de sus banderas políticas en una Comunidad que, paradójicamente, está azotada por la despoblación.

El otro caballo de batalla, especialmente visible durante el periodo en el que Vox estuvo en el Gobierno autonómico de Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León y en el que él fue vicepresidente autonómico sin cartera y sin apenas funciones, fueron los sindicatos. De hecho, a ellos ha dedicado su último tuit antes de anunciar la renuncia a todos sus cargos en Vox. No ha llegado a llamarles "comegambas" como sí hizo su lugarteniente que estuvo al frente de la Consejería de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, pero sí ha aludido a las marisquerías de Valladolid al ver como se desmoronaba su política de mano dura con el sindicalismo y Fernández Mañueco ha vuelto a la senda del diálogo social tras las turbulentas relaciones que mantuvo con UGT y CCOO en el Gobierno de coalición.

García-Gallardo, a la izquierda, junto a Santiago Abascal cuando el líder de Vox anunció la ruptura de todos los gobiernos de coalición con el PP.

García-Gallardo, a la izquierda, junto a Santiago Abascal cuando el líder de Vox anunció la ruptura de todos los gobiernos de coalición con el PP. / Archivo

García-Gallardo, en el anuncio de su dimisión, no ha eludido críticas más o menos veladas a la dirección nacional de Vox, que "ha ido ocupando cada vez más espacios en detrimento de los demás", ha sostenido en la carta pública por la que renuncia a sus cargos. Ha aludido además a la "quimera" que supone el "intento de acabar con las oligarquías dentro de los partidos" y ha seguido tirando dardos contra la cúpula dirigente de su formación al señalar que "no cabe el conformismo en la exigencia de una conducta ética a quienes integran las oligarquías que gobiernan los partidos políticos, en nuestro caso, Vox".

De la oligarquía a las baronías

Ha admitido que los conflictos es preferible resolverlos de manera pacífica y discreta, "siempre que fuera posible", ha apostillado. Otras "lindezas" que ha lanzado a su partido de derecha son las referencias a la "ley de hierro de la oligarquía" que ha considerado inevitable en los partidos políticos y a su constatación de que la dirección de Vox ha ido ocupando "cada vez más espacios en detrimento de los demás".

García-Gallardo ha desligado su dimisión de la expulsión del partido en los últimos días de dos procuradores regionales de Vox tras manifestar discrepancias por falta de democracia interna. Sin embargo, desde la dirección nacional del partido han vinculado su marcha con el hecho de que no ha querido firmar la expulsión de su grupo parlamentario autonómico de los procuradores purgados por criticar la falta de democracia interna. Desde la dirección nacional han manifestado que "aquí no hay baronías ni caben chantajes", para zanjar la cuestión de la dimisión. El nuevo portavoz del grupo es el procurador David Hierro, que ha asegurado que no ve lógico que García-Gallardo no firmara la expulsión de los "tránsfugas", ha dicho.

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