El Cristo de los Gitanos, la leyenda y la teca

La imagen es gótica, y en una restauración efectuada en el año 2002 se descubrió que tenía una teca en la parte posterior de su cabeza, que guardaba reliquias de frailes

El Cristo de los Gitanos, la leyenda y la teca

El Cristo de los Gitanos, la leyenda y la teca / P. H. A.

P. H. A.

Nunca faltan las flores. Tampoco las velas que alumbran ininterrumpidamente con luz tenue. ¿Quién, o quiénes, las renuevan de manera periódica? El Crucificado está a la veneración en una pequeña capilla de la iglesia de San Andrés, con una ventana enrejada que se abre a la calle del citado santo. La imagen es gótica, y en una restauración efectuada en el año 2002 se descubrió que tenía una teca en la parte posterior de su cabeza, que guardaba reliquias de frailes.

El Cristo de los Gitanos, la leyenda y la teca

El Cristo de los Gitanos, la leyenda y la teca / P. H. A.

El Cristo y su leyenda. No carece de ella. Cuentan que una gitana fue acusada, de manera injusta, de la comisión de un robo de dinero. La mujer acusada pidió ayuda a este Crucificado y, de manera milagrosa, apareció la cantidad del dinero sustraído.

La imagen es conocida popularmente como el Cristo de los Gitanos, y no es infrecuente ver a alguna persona detenida ante la reja, ya sea por curiosidad o para rezar alguna oración. Tal vez para hablarle. Porque, quizá lo piensen, qué más da el que lleva sangre en las manos que el que anduvo sobre la mar.

El Cristo de los Gitanos, la leyenda y la teca

El Cristo de los Gitanos, la leyenda y la teca / P. H. A.

La devoción popular, la más cercana a la sentimentalidad, tiene estas cosas: que se pone en práctica a cualquier hora, en el templo y en la calle, en soledad y en compañía. No sabe de teologías, sino de sentimientos.

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