El mendigo de Sanabria que resultó ser Jesucristo

Meigas, brujas, conjuros y misterios

Bañistas en las playas del Lago de Sanabria. | A. S.

Bañistas en las playas del Lago de Sanabria. | A. S.

T. S.

Meigas, brujas, conjuros y misterio. Las leyendas que envuelven el Lago de Sanabria (Zamora) son muchas. Unas muy conocidas y otras lo son menos para el que no es sanabrés, aunque no por eso menos llamativas. Es el caso de la historia del mendigo limosnero, una de las más populares entre los vecinos, pero no tanto para quien no lo es.

La leyenda habla de un pobre sucio y sin apenas nada que llegó a la aldea sanabresa de Villaverde de Lucerna, que da nombre a un instituto en Puebla de Sanabria. Allí esperó encontrar piedad de sus residentes pidiendo limosna, pero nadie le hizo caso dada su apariencia desaliñada. Nadie excepto dos mujeres panaderas que lo dejaron entrar en su panadería y le dieron calor junto al horno y pan para comer.

Tras recuperar fuerzas con la comida, el calor y alguna moneda con la que contribuyeron las panaderas, el mendigo les contó la verdad: era el mismísimo Jesucristo, que castigó al pueblo inundando la aldea al completo, que quedó anegada a excepción del horno de las panaderas. Se dice que ese resquicio que se salgó de la inundación es el pequeño islote que hoy se ve en mitad del lado.

Más misterios

Hay muchas más leyendas y misterios en torno al internacional lago glacial. Uno de los más populares es el de la noche de San Juan, cuando los que se atreven a sumergirse en sus frías aguas escuchan el tañido de las campañas de la iglesia que sumergió la co´lera de Cristo. Solo las personas bondadosas y generosas pueden escucharlas, además de atreverse a meter la cabeza bajo el agua. Si lo haces y no oyes nada, eres egoísta.

Tracking Pixel Contents