Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Encuentro en Zamora: La "familia" de Sejas

Los participantes en el campamento de Sejas de Sanabria celebraron la habitual convivencia navideña, con el cura, Don Paco, como anfitrión

Zamora. Encuentro de participantes campamento de Sejas.

Zamora. Encuentro de participantes campamento de Sejas. / Miguel Ángel Lorenzo

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

El campamento de Sejas de Sanabria lleva funcionando más de medio siglo con el mismo ánimo que generó su creación: propiciar que niños y jóvenes tengan la ocasión de vivir unos días de convivencia y contacto con la naturaleza.

Lo sabe bien Francisco Díez, el párroco de La Villarina, conocido por todos como Don Paco, que fue uno de los promotores de la iniciativa y que también propicia que en estos inicios de año se lleve a cabo una convivencia entre todos aquellos que estuvieron disfrutando de la actividad del campamento "San Lorenzo" durante el verano.

Los llamados eran más de 200 personas y, aunque no acudieron todos, sí se logró reunir a un buen grupo de chavales y monitores, que disfrutaron de las instalaciones deportivas de Padel Indoor de la carretera de Villalpando, donde pudieron practicar deporte y participar en algunos juegos.

A finales de enero se irá abriendo el plazo de inscripción para los nuevos campamentos del verano que viene, que se celebrarán en dos periodos, uno de ellos del 18 al 27 de julio y otro del 1 al 10 de agosto.

Las instalaciones se construyeron en su día por prestación personal y cuentan con todos los servicios necesarios para llevar a cabo la actividad.

Aunque el campamento tendría capacidad para albergar a unas 180 personas al mismo tiempo, normalmente cada turno supera por poco el centenar, un número más adecuado para poder llevar a cabo las actividades diarias y lúdicas en un entorno privilegiado como es el campamento de Sejas, un pueblo que habitualmente tiene muy poquitos habitantes, apenas una quincena.

Al campamento acuden no sólo chicos y chicas de Zamora y provincia, sino que también se apuntan de otros puntos del país, normalmente porque sus padres vivieron la experiencia única de un campamento que sigue tan vivo como cuando empezó.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents