¿Y si el taquillero es una máquina? Quejas por el cierre de ventanillas en la estación de autobuses de Zamora
Un usuario de Alsa saca el ticket en una agencia de viajes porque le fue imposible hacerlo personalmente

Maquina para sacar los billetes de autobús en la estación de Zamora. / Archivo (Nico Rodríguez)
La llegada de Internet y las páginas web o las máquinas inteligentes está muy bien, pero no tanto cuando son la única posibilidad de acceso a un servicio y, sobre todo, si han supuesto la eliminación de profesionales cuya labor, que las empresas consideran obsoleta, es todavía de mucha utilidad para el común de los mortales.
El preámbulo viene a cuento de lo que han relatado a este diario usuarios de la estación de autobuses, en concreto de las líneas de Alsa que desde hace tiempo observan cómo la taquilla siempre está cerrada y se puesto como alternativa una máquina expendedora de billetes.
El problema es que la maquinita en cuestión no debe ser de fácil manejo para los no iniciados, como le ocurrió a un pasajero de Zamora que pretendía sacar el billete de autobús para Bilbao. Lo intentó e intentó pero sin ningún éxito, y ante la falta de una taquilla donde poder hacer personalmente el trámite no se le ocurrió otra que acudir a una agencia de viajes, donde por fin pudo conseguir el ansiado ticket.
El usuario relata que no ve mal que existan máquinas donde la gente pueda sacar los billetes, pero siempre que haya alguna persona real de auxilio a los viajeros a la que poder acudir cuando por lo que sea no se entiende la máquina. Este viajero va para mayor, pero relata cómo delante suyo una chica fue también incapaz de sacar el ticket. "En Bilbao hay también varias máquinas para sacar billetes. Pero hay una persona para atender a los viajeros que tengan dificultades para utilizarlas". Esta máquina está situada al lado de lo que fue la taquilla de Auto Res que ahora ha cambiado de ubicación con la nueva concesionaria del autobús a Madrid, Monbus.
Como los cajeros
Ninguna de estas empresas tiene nada que ver con Alsa, que mantiene algunas líneas de viajeros desde Zamora, por ejemplo la conexión con Asturias y Andalucía y también las líneas que enlazan con el País Vasco.
Pues bien, como sucede con los cajeros automáticos en el sector bancario parece que están llegando otras exclusiones para los poco duchos en el manejo de la compra digital ya que una cosa que parece tan fácil como comprar el billete en la taquilla está convirtiéndose en una excepción, porque muchas de estas ventanillas, donde una persona despachaba los tickets además de ofrecer todo tipo de información a los viajeros, permanecen cerradas.
Total que a este viajero no le ha quedado otra opción que buscarse la vida con la agencia de viajes y llamar al periódico para expresar su queja, en la esperanza que alguien de Alsa tenga a bien apiadarse de los viajeros zamoranos, que haberlos haylos.
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