Miradas de Zamora: el casco histórico, de centro a periferia

El núcleo de Zamora se ha ido desplazando hacia el este obligado por las características del terreno

Miradas de Zamora: el casco histórico, de centro a periferia

Fernando Esbec

El ser humano es un animal social que necesita estar en contacto con otras personas. Nacemos con esta característica y la vamos desarrollando a lo largo de la vida. Nuestro primer círculo social está formado por la familia, y con el tiempo, este se amplía a través de amistades y las relaciones que mantenemos con otras personas en los espacios públicos. Así surgieron las primeras poblaciones y posteriormente las ciudades, donde el hombre puede expresarse en su máxima plenitud.

Lejos de ser estáticas, las ciudades son conjuntos maleables que crecen y evolucionan según las dinámicas de sus habitantes. Son reflejo de sus actividades cotidianas: la vida social, cultural y económica define la forma y expansión de las mismas. En el caso particular de Zamora, existe otra causa que justifica el plano actual de la ciudad: el peñón formado por la erosión durante milenios de los ríos Duero y Valderaduey obligó a Zamora a crecer en una única dirección.

El arquitecto zamorano Francisco Somoza realiza un dibujo sobre el crecimiento del centro de Zamora con el paso del tiempo.

El arquitecto zamorano Francisco Somoza realiza un dibujo sobre el crecimiento del centro de Zamora con el paso del tiempo. / Fernando Esbec

Con el paso del tiempo, el centro original de Zamora, lo que hoy reconocemos como el casco histórico, se fue convirtiendo en periferia a medida que la ciudad crecía y su población aumentaba. Se acometieron importantes reformas urbanísticas, se derribó parte de la muralla y Zamora creció dando la espalda a su origen: "Las periferias en las ciudades nunca han interesado", señala el arquitecto Francisco Somoza en este episodio de 'Miradas de Zamora', una serie original de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA. "Nadie quiere vivir en la periferia, sino en el centro, donde está la actividad, el comercio y la vida social", explica.

Este modo de crecer de la ciudad ha tenido como consecuencia la desvitalización de un casco histórico casi abandonado a día de hoy. A pesar de que muchas edificaciones y grandes conjuntos arquitectónicos se mantienen en pie gracias a la Iglesia, propietaria de buena parte de estos inmuebles, el casco histórico de Zamora necesita ser revitalizado. Según Somoza esto solo es posible "inyectándole vida" mediante actividades sociales, culturales y la instalación de equipamientos que motiven a los zamoranos a regresar a la Zamora histórica, el lugar que dio origen a lo que hoy somos.

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