Así son los "huertos de ocio" municipales en Zamora: «Cultivando comunidad entre tomates, cebollas y pimientos»

Los adjudicatarios de los huertos municipales han encontrado en las parcelas un refugio de ocio y amistad

"Vengo aquí a pasar el rato y me entretengo, además lo que cultivo está muy rico". Encantado, así se muestra José Rodríguez "Pepe" con su adjudicación de la parcela de los huertos de ocio que concede el Ayuntamiento de Zamora. Opinión compartida por Dionisio Mayor, otro de los veteranos de los huertos que califica la iniciativa de "estupenda" porque van a "pasar un buen rato en compañía de gente muy maja, al aire libre, y practicando jardinería y huerta".

Y es que, el recinto de 5.137 metros cuadrados ubicado en la carretera de Almaraz, se ha convertido en un pequeña comunidad formada por los 61 arrendatarios de las huertas que tienen una superficie media de unos 48 metros cuadrados cada una.

"Al principio no conoces a nadie, pero a base del roce mientras cavas o quitas hierbas, empiezas a hablar con los compañeros y después de cinco años, somos casi como una familia", relata Paco Moreno. "Nos llevamos todos muy bien, a veces hacemos almuerzos y meriendas", explica Juan Quizá. En su caso, cuando se jubiló se dio cuenta de que lo suyo no era "pelearse por un café y echar la partida", así que optó por solicitar el huerto. "Me lo dieron y estoy encantado de la vida", dice.

Un entretenimiento que, además de crear lazos de amistad entre ellos, tiene premio ya que "hace mucha ilusión cuando recoges los guisantes, los ajos, las cebollas o los pimientos", comenta Ana Carretero. No obstante, su trabajo les cuesta. "Somos jubilados y estamos achacosos", añade entre risas Neli Rodríguez mientras continúa con la labor.

Todos confirman que el tener que cuidar de un huerto les hace estar mucho más activos y "ocupan el tiempo" en algo productivo y que les gusta, aunque hay algunos que recelarán de ello al principio. "Siempre dije que si tenia una parcela, la echaba cemento y ahora, aquí estoy y con intención de renovar", revela Carlos García. Un comienzo por casualidad porque la parcela se le había concedido a su cuñado y al fallecer al poco tiempo, decidió quedársela "como homenaje a él". La mayoría de ellos ya llevan varios años "enganchados" al huerto pero también los hay novatos como es el caso de Antonio Lobo. "Llevo solo un mes, fue por tener un hobby, pero la verdad que está siendo duro al principio, menos mal que tengo a mi mujer y a mi hijo que mes está ayudando a prepararlo", detalla.

El éxito de los huertos de ocio es tal que hay una docena de personas en lista de espera. A ellos pueden optar "colectivos preferentes: jubilados, personas con discapacidad y mayores de 45 años que sean parados de larga duración", indica Susana Santiago, técnico de animación comunitaria del Ayuntamiento de Zamora. La concesión es gratuita y se efectúa por un periodo de tres años con posibilidad de dos prórrogas anuales.

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