Entrevista | Graciano Palomo Periodista

"La derecha solo ha gobernado catorce de los casi cuarenta años de democracia"

"Isabel Díaz Ayuso es una lideresa sorprendente en Madrid, pero creo que no enlaza con los votantes más templados del Partido Popular"

El periodista Graciano Palomo, durante su visita a Zamora.

El periodista Graciano Palomo, durante su visita a Zamora. / Miguel Ángel Lorenzo

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

El periodista Graciano Palomo regresó al Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA para presentar su nuevo libro, "Éxodo y poder", donde repasa la historia de la derecha española durante la democracia a través de sus líderes, desde Manuel Fraga hasta Alberto Núñez Feijóo. En su visita al foro del periódico estuvo acompañado de la consejera de Familia, la zamorana Isabel Blanco.

-Su nuevo libro lleva por subtítulo "Historia crítica de la derecha española", ¿a qué se refiere con ese adjetivo?

–Ante todo, es un libro de historia, para que los que estudien el recorrido de España dentro de unos años tengan datos sobre lo que ha ocurrido en este medio siglo desde la restauración democrática. Lo de "crítica" va en el sentido de que pongo el acento en los enormes fallos que ha tenido la derecha, porque hay un hecho descriptible que es incuestionable: de los casi cuarenta años de democracia, la derecha española ha gobernado solo catorce. Con eso está todo dicho. Además, en las dos ocasiones en las que ha gobernado, con Aznar y Rajoy, se interrumpió abruptamente ese gobierno. El PP fue arrojado del poder el 14 de marzo de 2004 tras las bombas y la pésima gestión de los atentados de Atocha, y el 1 de julio de 2018, mediante una moción de censura un tanto discutible, porque se apoyó en cinco líneas y un párrafo que después el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional quitaron.

–¿Cómo describiría al fundador del partido?

–Fraga estaba llamado a ser el hombre que pilotara la transición, se había preparado concienzudamente, fue el inventor de la teoría del centro, pero se lo birló Adolfo Suárez con la UCD. Había fundado Reforma Democrática, antes incluso de la muerte de Franco, lo que sería el germen de Alianza Popular y después del PP. Fraga, que era un hombre muy dotado intelectualmente, se equivocó muchísimo pensando que tras la muerte de Franco y cuarenta años de régimen iba a quedar la memoria del franquismo sociológico y ahí le ganó por la mano Suárez y el propio rey Juan Carlos.

–¿También el rey?

–No le nombra primer ministro en sustitución de Arias, porque, según me confesó a mí el propio Fraga, su padre don Juan le aconsejó que, si elegía a Fraga, este tenía un proyecto con el que no le iba a hacer ningún caso.

Casi un millón de militantes

–¿Qué supuso la llegada de Aznar al PP?

–Desde mi punto de vista, su gran valor histórico fue que creó un enorme partido, con casi un millón de militantes y presencia en todos los pueblos de España. Como presidente, tuvo cuatro años, cuando dependía de los nacionalistas catalanes, donde primó la modernización democrática, pero los cuatro siguientes empezó a levitar y perdió el contacto con la calle. Se unió a Bush con la guerra de Irak al grito de "Quiero sacar a España del rincón de la historia" y lo que consiguió es que los españoles le sacaran a él. Después de los atentados de Atocha, la gestión del Gobierno fue desastrosa.

Feijóo perdió las elecciones por las suspicacias de que Abascal pudiera ser su socio

–¿Fue Rajoy una buena alternativa en ese momento?

–Si Aznar llega a saber que iba a perder las elecciones en 2004, no hubiera elegido a Rajoy. Es un hombre previsible, aunque serio y conservador, pero no estaba preparado para afrontar los enormes quilombos que se le vinieron encima, recibiendo un país en quiebra absoluta tras Zapatero. Se preocupó de la economía más que de la política, hasta el punto de que no se enteró de que había una conjura para derribarlo mediante una moción de censura.

Comienzo de nueva era

–Fue el momento de Pedro Sánchez.

–Todo lo que está sucediendo ahora en España tienen su origen el 1 de junio de 2018, cuando llega al poder con 82 escaños y después de ser muy cuestionado hasta por el propio PSOE. Feijóo era el deseado, después de cuatro mayorías absolutas en Galicia y, sorpresivamente, pierde las elecciones el 23 de julio por grandes errores y las suspicacias que levantaba en el pueblo español que Abascal pudiera llegar a ser su socio en el Gobierno.

–¿No ha sabido jugar bien sus cartas el líder de Vox?

–Abascal se equivocó grandemente cuando dijo que si gobernaba iba a tener un 155 permanente en Cataluña, lo que movilizó a los catalanes, como en 2004.

La situación actual

–¿En qué momento se encuentra ahora Feijóo?

–Le queda la última bala. En las próximas elecciones, que creo que serán más pronto que tarde, si no puede formar gobierno, se irá por su propio pie y empezaremos otra vez en la ruleta de quién le sustituye: Ayuso, Moreno Bonilla, Fernández Mañueco…

–¿Ayuso podría ser la primera líder mujer del PP?

–No lo creo, aunque ha sido una sorpresa para todos, incluido yo, que la conocí en los platós de televisión. Ha tenido mucha suerte con el sanchismo, que ha puesto el foco en ella y le ha plantado cara, algo que le gusta a la gente, sobre todo en Madrid, donde, sinceramente, tiene muy buena gestión, va como un cañón, con un gran crecimiento económico. Sánchez le ha hecho muy grande: cuanto más se mete con ella, más reacciona la gente, como pasaba con Agustina de Aragón. No se puede negar que es todo un personaje, pero no creo que, en el improbable caso de que Feijóo tuviera que irse, fuera la candidata, hay antes otros barones, como Moreno Bonilla, que representan más la moderación y lo que es el centro derecha en el Partido Popular europeo, más que el radicalismo de la propia Ayuso. Es una lideresa sorprendente en Madrid, pero creo que no enlaza con los votantes más templados del PP.