La Buena Muerte de Zamora: su 50 aniversario con Flecha en la memoria

La Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte sopla este año cincuenta velas. La cofradía celebra las bodas de oro de su fundación y lo hace con la reproducción de una emotiva escultura que es además una de las últimas obras que esculpió el imaginero zamorano Ricardo Flecha antes de fallecer.

Se trata de un congregante de la Buena Muerte del que recibirán una reproducción todos los hermanos de esta cofradía que suma ya unos 490 cofrades y que el año que viene alcanzará el cupo máximo del medio millar de penitentes que se ha establecido como límite.

El abad de la hermandad, Félix Gómez, que presidió este domingo la asamblea general celebrada en la capilla de Nuestra Madre de la iglesia de San Vicente, ha explicado que además del congregante, los hermanos recibirán con motivo de la conmemoración un libro de fotografías. La comemoración también incluye, el próximo día 9 de marzo a las 21.00 horas, un concierto de la Schola Antigua, uno de los mejores grupos de canto gregoriano, que entonará sus melodías en la iglesia de San Vicente en un concierto con entrada libre hasta completar el aforo.

La celebración de las bodas de oro de la hermandad se extenderá al mes de diciembre, ya que fue el 12 de diciembre de 1974 cuando se aprobó canónicamente la hermandad y con tal motivo ese mismo día pero de este año se organizará un acto en San Vicente del que aún no se conocen los detalles y que la penitente hermandad ha encargado al hermano Luis Felipe Delgado.

En la asamblea, uno de los asistentes propuso también que se homenajee a los tres hermanos fundadores de la Buena Muerte, una idea que se recogió como sugerencia pero que aún no se sabe si se llevará a efecto. Entre esos tres fundadores se encuentra el propio presidente de la hermandad, Félix Gómez, que además lleva desde el año 1978 como máximo responsable del desfile de la media noche del Lunes al Martes Santo.

Sobre la incorporación de las primeras mujeres, Gómez reconoce que todavía quedan bastantes años antes de que se haga efectiva, ya que los últimos hermanos en entrar llevaban en lista de espera entre 20 y 22 años. Además, el acceso se ralentilizará a partir de 2025, ya que las diez nuevas incorporaciones anuales, a mayores de las de las bajas, dejarán de hacerse efectivas cuando el año que viene se llegue al tope de 500 hermanos.

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