Se busca empresa para sellar la terraza del Teatro Ramos Carrión de Zamora

La obra para reparar humedades y desperfectos en las salas del centro de congresos de la Diputación sale a licitación por cerca de 170.000 euros

Desperfectos por las humedades en las salas de congresos del Teatro Ramos Carrión.

Desperfectos por las humedades en las salas de congresos del Teatro Ramos Carrión. / Proyecto

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

La Diputación de Zamora ha publicado ya el contrato para hacerse con una empresa que repare las humedades que crea la mala impermeabilización de la terraza del Teatro Ramos Carrión, además de incluir otra serie de desperfectos causados por el agua en el recinto de las salas de congresos.

El presupuesto inicial de la obra asciende a casi 170.000 euros (concretamente 168.969) con un plazo de ejecución de tres meses.

La intervención consiste en la reparación de la impermeabilización de la terraza mirador del Teatro Ramos Carrión, que hace de cubierta a las salas de congresos y el sellado del encuentro de las barandillas de vidrio, así como los elementos interiores que se han visto deteriorados como consecuencia de las filtraciones.

Al margen de esta intervención principal, también se aprovecha la obra para realizar otras actuaciones en las instalaciones del teatro como son la sustitución de unos tableros de melamina de la zona de la sala de exposiciones que se encuentran deteriorados por una antigua filtración en esta zona y el cambio de las balizas de iluminación empotradas en el suelo en la zona de acceso a la terraza por otras sin relieve con el objeto de evitar tropezones.

Además se colocará una rejilla en un canal en la zona de acceso a la terraza para evitar un resalte existente, evitando igualmente accidentes por tropiezos y se pondrá una rotulación en la puerta principal de acceso a las salas de congreso por la calle Alfonso XII con el objeto de señalizar dicha entrada con el fin de evitar el estacionamiento de vehículos que ocasionalmente obstruyen esta entrada.

Se trata de resolver de una vez por todas el problema de las humedades de un centro de congresos que ha demostrado ser muy útil para la celebración de eventos de ese tipo y cumplir otras necesidades, como la de centro de vacunación durante la pandemia. Sin embargo, los problemas de humedades afectaron a las instalaciones hasta tal punto que provocaron su cierre, ya que estaban inutilizadas para cualquier uso, dado el deterioro provocado en elementos básicos de las instalaciones.

Larga historia

Con la obra que ahora sale a licitación se espera resolver un problema que viene de largo y tiene su origen casi desde que se inauguraron las instalaciones del Teatro Ramos Carrión.

Así, el propio proyecto previo encargado para ver las necesidades de la obra que se debe acometer explica que "una vez puesto en marcha el edificio se detectaron problemas de filtraciones de la terraza-mirador sobre las salas interiores que fueron acrecentándose paulatinamente".

Ante este problema "se procedió a realizar reparaciones puntuales mediante el picado de la solera de pavimento y sustitución de la impermeabilización. En dichas reparaciones se constató que la tela asfáltica presentaba roturas y perforaciones que únicamente podían proceder de su ejecución".

Sin embargo, las reparaciones no solventaron el problema, que iba a más. "Lo que ocurría es que las filtraciones se trasladaban a otras zonas no reparadas, de lo que se deduce que la problemática de la impermeabilización puede estar extendida a gran parte de la cobertura. Además, han apreciado filtraciones a través de las uniones de las barandillas de vidrio por la falta de mantenimiento en los sellados, que afectan a los falsos techos en las zonas de las carpinterías de los patios".

Como consecuencia de las filtraciones continuas "se ha ido produciendo un deterioro en los falsos techos, algunos de los paneles de madera interiores, en una de las puertas interiores y en algunos apliques de instalaciones ubicados en el falso techo, que han acabado por motivar el cierre de las salas". El problema, pues, es serio y su solución no es fácil.

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