Zamora acoge una exposición sobre los rostros de Cristo

La experimentación, bien sea con el soporte o bien sea con los materiales, y un planteamiento muy propio de los temas que aborda suponen algunas de las características del hacer creativo del zamorano Javier Carpintero.

Fiel a estos principios, el artista ofrece un acercamiento totalmente personal a la temática de la Verónica y al sudario como soporte en su nueva propuesta expositiva que puede contemplarse en el Museo Diocesano de Zamora bajo el título de "Vera Icon".

En el espacio destinado a las exhibiciones temporales en la bella iglesia románica de Santo Tomé, donde desde hace más de una década el público pude descubrir algunas de las piezas más singulares del arte sacro que atesora la Diócesis de Zamora, el creador presenta tres esculturas de terracota policromada al óleo y doce pinturas, situada con suma delicadeza sobre el muro negro.

Carpintero exhibe por primera vez en Zamora tres sudarios que realizó hace 30 años donde fija su atención en el rostro, las manos o los pies del propio artista al profundizar en el lienzo como un sudario, al concebir la pintura como un rastro de huellas.

De estas pinturas precisamente nació su interés por la Verónica. "Me he sentido muy atraído por la imagen de la Verónica que es un poco la metáfora de la pintura en sí porque existe el momento mágico en el que una mancha se transforma en algo, que es lo que me sugiere la imagen de la Verónica; cómo una mancha de sudor, de sangre puede llegar a transformarse, de repente, en una imagen y el poder que ha tenido esta imagen" describió.

El artista, que ha participado en numerosas exposiciones colectivas en España, Portugal o en el Reino Unido y que actualmente expone su proyecto "Caravaggio desmembrado" en la localidad italiana de Palermo, añadió, en la presentación pública de la exposición, que " Vera Icon” entronca con la tradición de las reliquias, donde unas lo eran y otra no".

Junto a esas piezas más antiguas dialogan los paños que ha efectuado para la imagen de Verónica que procesiona la Cofradía de Jesús Nazareno. "Cuando en el año 2009 me encargaron el cartel oficial de la Semana Santa de Zamora mi primera idea fue utilizar esa imagen del rostro (del Nazareno de La Caída) como cartel, pero la deseché y cuando hablé con Eduardo Pedrero, que entonces era el presidente de Jesús Nazareno y con su hermano Antonio, me surgieron que había la opción que lo procesionara con la Verónica", comentó.

La Verónica llevará en su nuevo paño el rostro del Cristo de La Desnudez

A esta pieza se une el paño que realizó en el año 2020 que actualmente desfila, situadas una a lado de la otra, en esta muestra, donde Carpintero reúne también obras hechas para la muestra en el Diocesano, como su Sábana de Turín o la obra bautizada como "Sudario III. Verónica de Mattia Preti".

La exposición de "Vera Icon", que podrá visitarse hasta el mes de junio y que rompe con las últimas creaciones exhibidas en por el artista en la anterior muestra en la ciudad, se enrique con varios ejemplos de escultura que el zamorano ya presentó en la muestra "Memento", celebrada hace 20 años en la sala de La Encarnación.

Un "Caravaggio" zamorano en Palermo

Con esta muestra el Museo Diocesano recupera su actividad expositiva tras más de un año con la anterior propuesta. A este respecto su director, Miguel Ángel Hernández, subrayó que el centro sigue con el deseo de otorgar visibilidad a los artistas locales o que han dejado obra en la ciudad.

"La petición a Javier Carpintero se realizó hace más de un año a través de Ricardo Flecha que me sugirió a este artista, pero como es un creador con proyección internacional su muestra en Palermo impidió hacerla en su momento y se ha retrasado unos cuantos meses", detalló el también delegado diocesano de Patrimonio.

El sacerdote detalló que la exposición "Vera Icon" nace también con el deseo de mostrar la obra religiosa de Carpintero y sostuvo que el título hace referencia "al deseo que han tenido los artistas, los devotos y a la gente con cierta sensibilidad de descubrir el auténtico rostro de Cristo y en los tiempos en los que no existía ninguna documentación gráfica ni por plumillas o grabados, ni fotografías, se pensaba que había una representación que no había sido hechas por manos humanas y que transmitían el auténtico rostro de Cristo y así han surgido el Mandylion de Edesa, o la Sábana Santa Turín, una de las manifestaciones devocionales más importantes que existe, o el paño con el que la Verónica enjugó el rostro de Jesús, según la tradición medieval", desgranó el director del Museo Diocesano.

Sobre la muestra el responsable del Museo Diocesano de Zamora ahondó que "el artista desde un punto de vista contemporáneo y con un deseo de transmitir ese rostro de distintas maneras, a veces ha optado por otras partes del cuerpo como la cara y los pies, rompe con lo que es habitual en las obras de los artistas, pues solo hay un lienzo enmarcado el resto son lienzos delicadamente situados sobre el muro".

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