Entrevista | Francisco Cantante que actúa este domingo en el Ramos Carrión

"La voz de un cantante es el reflejo de su estado físico, anímico y emocional"

"El reguetón es música sin alma, como creada por máquinas, y donde los intérpretes parecen más bien robots"

Francisco

Francisco / Cedida

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

Ni siquiera necesita apellido. Desde hace más de cuarenta años se le conoce, y reconoce, simplemente por su nombre de pila. Francisco llega este fin de semana al Teatro Ramos Carrión (domingo, a las 19.00 horas) para repasar por primera vez con el público zamorano su inmensa trayectoria profesional, acompañado tan solo de un piano, por lo que será más imponente el escuchar su voz de tenor.

–¿Con qué espectáculo llega a Zamora?

–Se trata de un concierto acústico, piano y voz, donde repaso cuarenta años de canciones. Lo vamos a pasar muy bien, porque se trata de un viaje por las décadas de los 70, 80 y 90, cantando canciones que forman parte de la banda sonora de nuestras vidas y nos evocan bonitos recuerdos y momentos importantes. Llevamos desde el pasado año con esta gira y es un gran éxito. He estado haciendo memoria y creo que, además, esta será la primera vez que actúe en Zamora.

–¿Qué le aporta a esta gira el hacerla en teatros de toda España?

–El teatro es el lugar idóneo para el artista, ya sea cantante o músico. No es lo mismo cantar en una zona al aire libre que hacerlo en un teatro. También cambia el tipo de público, que está más centrado en lo que pasa sobre el escenario, aparte de que el sonido es mucho mejor.

–Fue en 1981 cuando ganó el Festival de la OTI, ¿imaginaba entonces seguir tantos años después trabajando en la música?

–Cuando yo empecé en esta profesión tenía solo 18 años, muy jovencito, y mi sueño era conseguir ser conocido y cantar mi música. El estar 42 años como yo, hoy en día, es todo un milagro, porque ahora mismo lo que está sucediendo será ya pasado en un par de horas. Antes estrenabas una canción y estaba sonando durante meses, la gente se aprendía la letra de memoria.

–La profesión, sin duda, ha cambiado. ¿También lo ha hecho la industria discográfica?

–Como yo la llegué a conocer, ya desapareció. Ahora es todo muy diferente. Por ejemplo, acabo de sacar un single con una versión de una canción que siempre me ha gustado, "Aleluya", de Leonard Cohen. Se trata de una versión tan personal que yo mismo me encargo de la producción. Y es que en la actualidad, si quieres dedicarte a la música, tienes que estar dispuesto a trabajar duro y hacer muchos sacrificios.

Francisco, en concierto.

Francisco, en concierto. / Cedida

–Se ha atrevido con boleros, zarzuela, baladas… ¿Esa variedad es su secreto para continuar en la brecha?

–Soy intérprete, que es algo similar a ser un actor al que le dan diferentes papeles y tiene que saber transmitir, pero en mi caso con la voz. De hecho, nunca había compuesto nada hasta hace cuatro años, debido al confinamiento, cuando me puse a aprender a tocar la guitarra. Yo soy cantante de música popular, de baladas… nunca me ha gustado encasillarme, siempre apuesto por hacer cosas distintas.

–Hasta ópera.

–Llegué a estudiar música lírica porque me atraía mucho y, tras una audición con Montserrat Caballé, me invitó a hacer una gira por toda Europa con ella, donde aprendí muchísimo y me lo pasé fenomenal con esas grandes orquestas. Pero la lírica requiere mucho esfuerzo y tiempo y yo lo tuve que dejar por mi familia y los gastos que tenía. Si no eres un primer espada, es difícil vivir de ello.

–Al menos, se quitó la espinita.

–Y todavía sigo, porque de vez en cuando canto alguna cosa, para matar el gusanillo (risas).

–Esa voz de tenor habrá de mantenerla, ¿sigue algunas pautas para el cuidado de su herramienta de trabajo?

–En esta época lo paso fatal por el alto número de contagios. Después de una fuerte gripe que tuve antes de Navidad, voy con mucho cuidado y siempre con mascarilla, algo que aconsejo a todo el mundo para no contagiar ni contagiarse. La época invernal es la peor para los cantantes, pero procuro abrigarme. Por lo demás, no hago nada especial más allá de cuidarme un poco. Estoy muy agradecido, porque la naturaleza ha sido ha sido muy generosa conmigo y he tenido siempre salud. La voz de un cantante es el reflejo de su estado físico, anímico y emocional y es importante estar fuerte y sano.

–¿Tiene la sensación de que, en la actualidad, más que la voz, lo que prima en el mundo de la música para triunfar es el marketing?

–Una vez mi gran compañero Julio Iglesias me dijo que lo más importante no es cantar, sino encantar. Y tenía toda la razón, porque si no sientes lo que cantas, por mucha voz que tengas, no sirve para nada, no transmite. Yo disfruto tanto cantando un bolero o temas populares como "Granada", que es mucho más alegre. En la actualidad está el reguetón que es una música sin alma, donde no intervienen músicos, son todo máquinas y ordenadores. Y el cantante tampoco canta, parece más bien un robot. Tengo una nieta con 16 años que pone esa música, la escucho y contraataco con discos de Michael Jackson, Queen o Pink Floyd, que también le encantan a ella.

Actuación de Francisco en un teatro.

Actuación de Francisco en un teatro. / Cedida

–¿Es la música que usted escucha habitualmente?

–Es con la que yo he crecido, tanto con estos como con otros como Led Zeppeling o Rolling Stones. Son grandes grupos ya clásicos, junto con grandes voces como Frank Sinatra. También he vivido toda la movida cultural de la España de los 80 con magníficos grupos que siguen todavía y que en su día no se les vaticinaba mucha carrera. Todos ellos nos han dejado grandes canciones.

–¿También tiene en su lista de reproducción músicos más actuales?

–Por supuesto, hay gente joven que hace música muy buena, como Pablo Alborán, Pablo López o Rosalía. Son artistas con una gran genialidad. España es un país donde tenemos la suerte de tener a los mejores artistas del mundo, improvisamos muy bien, con poco hacemos mucho, no como los americanos, que son principalmente espectáculo y están muy bien arropados. Yo, por ejemplo, nunca en mi carrera he tenido una subvención, siempre me lo he tenido que trabajar mucho y sigo trabajando. Quizá por eso he tenido también libertad para hacer lo que quiera y lo que me gusta.

–¿Eso significa que todavía hay Francisco para rato?

–He pensado pocas veces en dejarlo, porque la verdad es que me siento muy bien. Pero tengo claro que cuando mis facultades empiecen a caer, seré el primero en decir "hasta aquí he llegado". Recuerdo que cuando empezaba mi carrera artística, la gran Concha Piquer, paisana mía, me quiso conocer y me dio un consejo que en ese momento no entendí: "que nadie te retire, retírate tú". Y estaba en lo cierto, hay que saber cuándo llega el momento de decir adiós y no pasa nada, yo seguramente seguiré ligado a este mundo, quizá como productor o ayudando a nuevos valores. Lo importante es que cada día tengo más ilusión y disfruto muchísimo sobre el escenario. Mientras esto siga ocurriendo, aquí seguiré, porque el público también disfruta conmigo, sobre todo de dos años a esta parte, viendo que hay un gran grupo que tiene ganas de escuchar a los que somos cantantes a los que yo denomino "vintage", actuando en directo de verdad y llenando los teatros.

Suscríbete para seguir leyendo