Aprender solidaridad en un barrio zamorano

«Regala esperanza» es el lema que protagoniza este año el tradicional proyecto navideño de la Operación Kilo, donde se recogen alimentos y productos de higiene para las familias más necesitadas de cara a las navidades. El colegio Nuestra Señora del Rocío-Amor de Dios lleva años participando en esta iniciativa, pero este curso le ha querido dar una vuelta de tuerca, saliendo a la calle para hacer partícipes de esta solidaridad al barrio de San José Obrero, donde se ubica el centro educativo.

Aunque la actividad más vistosa tuvo lugar ayer lunes, el proyecto lleva en marcha desde la semana pasada, cuando los alumnos mayores del colegio salieron a la calle para visitar diferentes establecimientos cercanos al colegio, donde explicaron en qué consistía la Operación Kilo y solicitando que sus establecimientos pudieran ser puntos de recogida de alimentos de primera necesidad y otros productos con destino a las familias más necesitadas del barrio.

Recorrer el barrio

Charlar con los vecinos y con los comerciantes o colocar carteles por el barrio fueron algunas de las misiones que tuvieron durante todos esos días, mientras que el propio colegio también se preparaba para la Operación Kilo, ya que toda la comunidad educativa estaba llamada a colaborar llevando sus propias donaciones, que se iban guardando en cajas habilitadas para ello.

«En el proyecto se han implicado todos los alumnos de Primaria y Secundaria, además de las familias de los alumnos de Infantil», agradece Leticia Lorenzo Rodríguez, la profesora encargada de este proyecto solidario, quien explica las particularidades de la edición de este año. «La Operación Kilo es tan una tradición en el centro, pero queríamos darle a los alumnos la oportunidad de que ellos fueran agentes de un cambio en su entorno», señala.

Operación Kilo en el colegio Nuestra Señora del Rocío

Ver galería

De ahí la salida al barrio con el proyecto, haciendo partícipes a los vecinos de esta recaudación solidaria de alimentos.

Todos a la calle

Y llegó el día de recoger todo lo donado, de lo que también se encargaron los propios alumnos. Mientras que los de 4º de la ESO se acercaban a los establecimientos colaboradores a hacer acopio de todo lo donado, el resto de compañeros formaba una cadena colaborativa por una de las aceras de la avenida de Galicia, hasta llegar al salón parroquial, puesto que esta iniciativa está hecha en colaboración con la parroquia del barrio, que conoce a las familias más necesitadas de la zona y, por tanto, será la encargada de repartir todo lo recaudado en estos días.

Por las manos de niños y mayores fueron pasando, uno a uno, todos los donativos en forma de aceite de girasol, paquetes de arroz, cajas de galletas, latas de conservas incluso productos de higiene personal, como geles y champús. Además, coincidiendo con estas fechas, también se recogieron dulces típicos navideños para endulzar un poco estos días a las familias más necesitadas del barrio de San José Obrero. Junto con esta recogida, los alumnos también habían instalado un puesto cerca de la cuesta del Bolón para animar a todos aquellos vecinos que todavía no habían colaborado.

«Cuando nuestros alumnos hacen sus donaciones es muy positivo, pero no ven el proceso. De esta manera, se sienten totalmente implicados en él, hablando con los comerciantes, animando a los vecinos a participar y recogiendo los productos. Ven de una manera más clara lo importante que es todo lo que están haciendo y, sobre todo, se les presenta la oportunidad de que crean que son personas preparadas para vivir en sociedad y cambiar aquello que no ven justo», valora la profesora.

Nuevas propuestas educativas

El éxito de esta original Operación Kilo hace que desde el profesorado del centro zamorano ya se esté pensando en nuevas iniciativas para que los alumnos vuelvan a salir a la calle y participar en el día a día del barrio.

«La educación no solo tiene que estar en la escuela, debemos avanzar hacia proyectos educativos que se realicen fuera del colegio, para que tenga también su utilidad para el barrio», considera la profesora.

Suscríbete para seguir leyendo