Entrevista | Paulino Gil Coordinador de las Jornadas Internacionales de Magia de Zamora

"Desde las Jornadas impulsaremos una actividad de magia cada trimestre"

"Esta edición llegamos a ocho pueblos, regresamos a los hospitales, a las guarderías y a las plazas tradicionales de la ciudad"

El mago Paulino Gil con una cartel anunciador de las XXX Jornadas Internacionales de Magia

El mago Paulino Gil con una cartel anunciador de las XXX Jornadas Internacionales de Magia / EMILIO FRAILE

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

El mago Paulino Gil hace tres décadas puso en marcha un proyecto que llevaba planeando mucho tiempo en su cabeza, las Jornadas Internacionales de Magia de Zamora, una propuesta que se convertido en toda una referencia dentro del calendario cultural de la ciudad y que regresan a partir del viernes día 8 a distintas poblaciones de la provincia y a la capital.

–¿Cómo se le ocurrió llevar a cabo unas jornadas de magia en Zamora?

–Surgió porque asistí al primer Congreso Nacional de Magia. Vi una gala internacional y pensé que si la gente viera lo que es, cambiaría completamente el concepto que había de la magia, pues se pensaba que era cosas de niños. La magia, a diferencia de otras artes, se puede ver a todas las edades. Es como una gran paella en la que a unos les gusta más los langostinos y a otros, el arroz… y al final, comen lo mismo y todos disfrutan.

–¿Costó mucho trabajo ponerla en marcha?

–Sí porque la primera vez cuando lo planteé me decían que no había fondos. Di con algunas cabezas poco abiertas que pensaban que esto era para niños. Había festivales de muchas manifestaciones artísticas dirigidos al público general menos de magia. ¡Cómo se iba a amar la magia si lo único que se había visto eran cuatro juegos hechos por algún mago y alguna actuación por la televisión! Hubo un hecho importante que fue que yo recibí el Premio Nacional de Magia y esas personas empezaron a pensar que quizá no era tan mala la propuesta que yo les realizaba. Empezamos muy tímidamente haciendo unas galas en el Teatro Principal. No teníamos ninguna referencia, salvo las reuniones con de la comunidad mágica. Aposté por traer a profesionales a Zamora para que el público tuviera la referencia de lo mejor. Durante, al menos, tres o cuatro años solo llevamos a cabo las galas y hacíamos algo en el salón de actos de Caja Duero.

–En esas primeras ediciones ¿quiénes actuaron?

–Vino Juan Gabriel, el mago del "Un dos tres", algunos magos de Francia y el portugués Luis de Matos, que ha tenido una intensa relación con las jornadas, asistió desde la segunda cita y presentará las galas este año. Trabajé mucho para que las jornadas se conocieran y para tener la presencia de grandes profesionales y... funcionó.

–Ahora hay magia solidaria, magia en pueblos... pero ¿de qué manera fue el crecimiento?

–A partir de cuarto año me planteé que había que ofrecer un mayor contenido. Soy un amante de las artes de calle. Un lugar que me encanta en Londres es Covent Garden, una maravilla para ver a los mejores artistas de calle del mundo. En él hay un sitio la esquina mágica, donde conocí a un mago de calle, hablé con él y me arriesgué a incluirlo en las jornadas porque por aquel entonces las artes de calle no estaban tan valoradas como ahora. Tenía mis dudas con que el público las acogiera bien. Recuerdo que la primera actuación se hizo en la Marina, yo me dirigía hacia el sitio con el mago Rafael Benatar y nos topamos con un gran corro de gente que lo esperaban. Tras los tres primeros minutos de show, me di cuenta de que había que incluir más magia de calle; de hecho, ahora hay muchas más actuaciones de magia de calle a cargo de magos que tienen una gran experiencia. La magia solidaria empezó de manera natural

El coordinador de las jornadas Paulino Gil. | Emilio Fraile

El coordinador de las jornadas Paulino Gil. | Emilio Fraile / Natalia Sánchez

–¿Cómo?

–Una vez una señora, días ante del inicio de las jornadas, me comentó que su hijo, que es un gran aficionado, no podía asistir porque le tenían que operar. Me enteré donde estaba ingresado, hablé con los responsables del hospital y finalmente ese año sí vio magia. A raíz de eso hablé para llevarlo todos los años, luego lo llevamos a las residencias… Los años de la pandemia no hemos podido acceder a los hospitales ni a las residencias, pero este año lo retomamos.

–¿Qué supone para usted recuperar esta rama de las jornadas?

–Es una alegría porque sacar adelante cada edición es muy laborioso. Es algo que se tiene que hacer con pasión porque si no, no lo haces. Las jornadas a mí me suponen gratamente estar pensando en qué cambios a hacer, en qué podemos mejorar. Los pilares de las jornadas comenzaron siendo las galas internacionales, la magia de calle y la magia solidaria, pero ahora también hemos entrado en la Biblioteca Pública de Zamora, donde llevamos a magos que llevan a cabo propuestas relacionadas con la lectura y los libros. Hace unos también se ha unido el Museo Etnográfico de Castilla y León, donde hemos llevado espectáculos singulares como los de sombras de Brandon y Silvana y este año tenemos la gozada de volver a contar con Juan Esteban Valera con "Dentro de lo invisible".

–El ilusionismo desde hace varias ediciones llega también a la provincia.

–Quisimos llevar espectáculos a los pueblos. Empezamos en los municipios más cercanos a la capital y ahora vamos hasta Calzadilla de Tera. La Diputación nos marca las localidades a las que asistir en cada edición. En una verdadera gozaba estar esta edición en ocho poblaciones distintas y llevar espectáculos unipersonales también al medio rural. Cada año vamos a más porque la institución provincial se ha involucrado más.

–¿Qué novedades presenta la edición de 2023?

–Se van a hacer 38 espectáculos a largo de diez días en ocho poblaciones distintas por destacados artistas de siete países. Vuelven la magia de calle a su hábitat natural porque lo que hicimos incluso el año pasado es hacerla en recintos donde se podía controlar el aforo como la terraza del Teatro Ramos Carrión o el patio del Parador de Turismo, a los que agradezco su colaboración. Volvemos a nuestros sitios naturales la Plaza Mayor, plaza de la Marina o plaza de la Constitución o la de Viriato. Volverá la magia solidaria, que obviamente no se podía hacer antes, y vuelve también la magia para bebés en las guarderías. El festival sale adelante gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Zamora, Diputación, Junta de Castilla y León, a través de la Fundación Siglo, y de Caja Rural y de un equipo, sin el que todo esto no sería posible, que en algunos momentos está integrado por más de 30 personas la mayoría de ellos de Zamora. Entre ellos magos de la tierra como son Julito Rapado o bien Alba Pérez, que ha empezado a hacer actuaciones y que ha crecido en paralelo a las jornadas, y que será una gran maga pues tiene dos cualidades muy importantes para llegar a serlo, la paciencia y la dedicación.

–La realización de actividades pedagógicas ¿qué importancia ha tenido?

–Por esos talleres han pasado dos generaciones de zamoranos y en ella se ha formado la propia Alba (Pérez) que ahora es ella profesora. Para mí es una alegría y es una responsabilidad de ahí que estemos constantemente intentando mejorar. En los talleres no solo destripamos los trucos como hacen en los vídeos de Youtube, lo que queremos es que sea pedagógico, pues no es lo más importante el secreto tiene una gran importancia la presentación. Yo escojo los efectos que vamos a realizar y estoy ayudado por Julito Rapado y Alba Pérez. Me gusta estar con los chavales porque me gusta transmitirles y estar con ellos para ayudarles a aprender. En los talleres más que crear magos, queremos crear un buen público de magia.

–¿Ha desaparecido esa idea de un arte vinculado a los niños?

–Sí, incluso la misma gente que me decía seso ha cambiado de idea. Hay que saber cambiar. Yo he cometido errores en el festival, lo que hay que saber es darse cuenta y tenerlo en cuenta para mejorar. Hay que ser humilde.

–A lo largo de los 30 festival ha afrontado situaciones complejas como han podido ser la crisis del 2008 y años más tarde, la pandemia.

–Hay que tener poder de adaptación. En la naturaleza sobrevive el mejor se adapta y en el año 2020 hubo festival. A mí me pillo el confinamiento en el Estudio 33 en Portugal y pensé llamar a todos los colaboradores para suspenderlo porque me parecía que era una locura. Ese pensamiento me duró una semana. Luego me planteé que no iba a poder el bicho con la magia. Los colaborades más cercanos me decían que cómo íbamos a hacer magia en la calle. De hecho, durante los años de la pandemia cada día nos reuníamos el equipo para ver qué medidas eran necesarias tomar ese día en cada lugar, un trabajo muy complicado. Vanessa Viana tuvo la idea brillante de situar unas alfombras para separar por familias, teníamos que situarlas a una determina distancia… fue una locura, pero salimos adelante.

PAULINO GIL

PAULINO GIL / EMILIO FRAILE

–Las jornadas salen adelante gracias al apoyo de una serie de instituciones que a lo largo de estas décadas han cambiado de color político, de titulares y que han tenido recortes en los presupuestos destinados a la cultura.

–Ha sido algo complicado, pero donde hay buena voluntad y buena fe se sale adelante. La magia, y cualquier manifestación artística, tiene que estar por encima de la política no ser un capricho de alguien. Estas jornadas son una referencia internacional que hace que los artistas se ofrezcan para participar.

–¿Fue laborioso que los compañeros de gremio quisieran acudir?

–Al principio tenían dudas. La organización era de las cuestiones que se preguntaban cómo sería. Los mejores prescriptores, los mejores embajadores que tenemos en Zamora por todo el mundo son los artistas que han venido y recomiendan el festival.

–Luis de Matos en un mago unido al festival que nuevamente presenta las galas.

–Tenía que ser él. Le pillé en un renuncio porque tenía pendiente una gira de "The Illusionist", es el cabeza de cartel de ese espectáculo en el que yo he estado en alguna ocasión. Él será el maestro de ceremonias y hará algún efecto de su nuevo espectáculo.

–¿Qué puede decirnos del reto del elenco de las galas?

–Interviene un Premio Mundial de Magia, Norbert Ferré, así como Lore Lavand, hija del mítico mago argentino René Lavand, a quien tuve la suerte de ver en directo en su país y conocerle en persona. Ella hace una magia inspirada en su padre y a ella la conocí en Buenos Aires cuando era una jovencita y tenerla ahora en Zamora es un verdadero lujo. La gala también contará con la presencia de Joaquín Matas, que es de lo mejor que hay actualmente en magia en España. Él está especializado en magia de salón y de cerca. Hará magia de cerca estará ayudado por una pantalla en el Principal y hará una gran ilusión con espectadores.

–¿Qué retos tiene por delante las Jornadas Internacionales de Magia de Zamora dado que cada vez que celebran un aniversario redondo efectúan cambios?

–Lo hacemos porque es una motivación. A mi equipo lo vuelvo loco, pero un festival tiene que ser activo para proseguir. Con la XX edición conseguimos el récord Guinness de las baritas mágicas que fue muy laborioso. Reunimos a 2.183 personas con una barita mágica en la plaza de la Catedral, lo que fue un gran hito. Tras la edición décima apostamos por magia en Navidad. Ahora en vez de hacer galas como las de septiembre, lo que haremos es llevar a cabo muchas actuaciones unipersonales muy diferentes. Este año serán entre el 26 de diciembre y el 7 de enero y consistirá en tres espectáculos de un mago en sitios más recogidos, como el salón de actos de la Alhóndiga, el del Etnográfico o el de la Biblioteca Pública. Habrá una treintena de espectáculos y luego vuelven los talleres de iniciación. También quiero ir realizando durante todo el año eventos que tiene que ver con la magia y que organiza las Jornadas de Magia.

Concrétenos.

–Mi planteamiento es que haya, al menos, una actividad de magia al trimestre. Queremos que vuelva el maratón de 24 horas de magia que se veía también vía "streaming", cuando lo hicimos no estaba tan instaurado porque fue antes de la pandemia. Cuando lo hicimos no había referencias y funcionó. También creamos el espectador Guinness, que era el que más tiempo había estado, y a partir de una hora entregábamos un ticket para que se fueran a tomar un chocolate con churros… todo eso lo queremos recuperar porque funcionó. Será una actividad que tendrá su entidad propia al igual que otras actividades que pretendemos desarrollar al igual que un aspecto social de la magia, que quiero que se lleve a cabo en Zamora y que luego quizá quieran hacerla fuera.

–Hay ciudades que desarrollan actividades similares a las jornadas. ¿Qué opinión le merece?

–En Zamora hemos conseguido ser pioneros en el mundo. Ahora me llaman como consultor desde muchos lugares del mundo, una actividad de asesoramiento que desarrollo desde hace varias décadas, y somos la inspiración para otros festivales. Gente de mi equipo me dicen que fuera se hace cosas similares a las que hacemos en Zamora, quiero ser bien pensado porque en el fondo se divulga la magia. Cuando creas un festival se crea una demanda. En Zamora existe demanda de magia para evento privados, las fiestas de pueblos... lo que beneficia a los magos locales.

–¿Qué prefiere actuar o ser asesor?

–Es diferente. Tengo que actuar porque me gusta hacer magia y tengo mono (risas). He recorrido medio mundo con los personajes de Yalipú y luego con Leonardo con Luis Miguel Jorge, que se nos fue, y ahora con Julito, pero la faceta de producción es muy enriquecedora.

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