Recuperar la masa forestal perdida en zonas azotadas por la sequía, la desertificación o los incendios forestales a través de la plantación de especies autóctonas es el objetivo del proyecto Reforesta Zamora. Una iniciativa que, promovida por el Ayuntamiento de Zamora, Aquona, empresa que gestiona el servicio municipal de agua en la ciudad, y por su fundación, la Fundación Aquae, cumple ahora 4 años. Y a lo largo de estos años esta apuesta ha realizado hasta tres actuaciones en la ciudad, todas de alto valor medioambiental y también social.

Los primeros 765 árboles se plantaron en febrero de 2018 en la finca de Valderrey. Encinas, pinos piñoneros, almendros y sabinas albares fueron las especies que tomaron el protagonismo en esta primera fase de la plantación que se llevó a cabo de la mano del grupo Sylvestris, empresa especializada en la restauración de zonas verdes, y que junto a personal del Ayuntamiento de Zamora y empleados de Aquona participaron en las labores de plantación de este nuevo espacio arbóreo. También, y como suele ser habitual en este programa, para desarrollar todas las demás labores de la reforestación se empleaba a personas de la localidad con problemas de inserción social.

Así, el concejal de Medio Ambiente y Urbanismo del Ayuntamiento de Zamora, Romualdo Fernández, explica el apoyo que desde el consistorio se brindó a este programa. “La plantación de arbolado es un beneficio para todos y responsabilidad de todos, no solo de la administración y, en este sentido, apoyamos cualquier iniciativa que vaya en la línea de aumentar la masa forestal del municipio”. “Destinar a la reforestación parcelas municipales con vocación para ello nos parece la mejor opción para luchar contra el cambio climático; es la mejor manera de favorecer la biodiversidad y mejorar la calidad ambiental de la ciudad”, añade Fernández.

Un mes más tarde, en el bosque de Valorio se configuraba un Arboretum, con 35 ejemplares de flora autóctona de Castilla y León, completando la segunda fase de Reforesta Zamora. Esta iniciativa contaba con una segunda vertiente, eran árboles a los que niños y niñas de la ciudad otorgaron su nombre. “Queríamos implicar a las futuras generaciones en el cuidado de su entorno y ligar sus vidas al medio ambiente, por eso contamos con la asociación Apego Lácteo y 35 familias zamoranas para hacer la plantación de Valorio”, explica Nicolás Esmorís, gerente de Aquona en la ciudad. En esa ocasión, Aquona, con el apoyo del Ayuntamiento organizó un día de convivencia con los más pequeños de su ciudad y sus familias para convertir la plantación en un evento lúdico con el que conmemorar el Día Mundial del Agua.

La tercera y última fase, de momento, tuvo lugar en la zona de La Candelada en febrero de 2020. Gracias a esta plantación se han recuperado 15.000 metros cuadrados de masa forestal repoblada con otros 750 árboles autóctonos: 450 ejemplares de Pinus pinea, 225 de Quercus ilex y 75 de Prunus dulcis. Gracias a esta última plantación se lograrán compensar 175 toneladas de CO2 en los próximos 40 años.

La restauración forestal del paraje de La Candelada también generó, como en las fases anteriores, un impacto social en la capital zamorana. “Además de proteger el medio ambiente y contribuir a restaurar espacios verdes en torno al núcleo urbano, facilitamos el acceso al empleo a personas en situación de vulnerabilidad”, destaca Esmorís quien añade que “es un proyecto 360 º en cuanto a sostenibilidad: con Reforesta Zamora cuidamos del planeta pero también de las personas”.

Y es que la siembra de La Candelada hizo posible la contratación de un grupo de personas que formaban parte del Plan de Acompañamiento Laboral del Ayuntamiento de Zamora. La colaboración entre el consistorio, Aquona, Fundación Aquae y Sylvestris fue fundamental para realizar con éxito la plantación, incorporándole además una dimensión social.

Ahora desde el Ayuntamiento de Zamora ven esta iniciativa como una “alegría para la ciudad”, ya que “reforestar es siempre una apuesta por el futuro, por nuestros hijos y nietos; es un actor de amor”, asegura Romualdo Fernández. Tras estos cuatro años, ya empiezan a destacar los pequeños árboles entre la vegetación de los parajes. Para Fernández, “la naturaleza funciona así, de una manera lenta en comparación con la apreciación del tiempo que solemos tener. La contemplación de estas plantaciones es una invitación a disfrutar de lo lento, a vivir sin prisas y a apreciar las cosas realmente importantes de la vida”.

Las cifras totales también arrojan un resultado positivo. Gracias a Reforesta Zamora se han recuperado 25.000 metros cuadrados de masa forestal y se han plantado 1.550 árboles autóctonos que compensarán alrededor de 315 toneladas de CO2 en los próximos 40 años, además de contribuir a que Zamora sea una ciudad más verde y sostenible para sus vecinos.

De hecho, las acciones desarrolladas en la capital zamorana junto con las que realizada en otras muchas zonas de España en el marco de su proyecto ‘Sembrando Oxígeno’ han convertido a la Fundación Aquae en la única fundación española en conseguir por segundo año consecutivo el triple sello ‘Calculo+ Reduzco+ Compenso’, otorgado por la Oficina Española de Cambio Climático del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Un sello que distingue a aquellas organizaciones que calculan la emisión de dióxido de carbono, y que además cuentan con un plan de reducción y compensación de gases de efecto invernadero.