Los enfrentamientos entre hosteleros y clientes insatisfechos están a la orden del día. Especialmente en ciertas plataformas especializadas en críticas de establecimientos. Eso es lo que ha pasado en este caso, en el que unos y otros se en enzarzado por un supuesto mal servicio en un establecimiento de Zamora.

Todo comenzó con una mala crítica de un comensal, que fue así. "Quisimos dar la oportunidad a este restaurante recién abierto en la zona y la decepción fue grande. Lugar poco diáfano y austero con una decoración y mobiliario de dudoso gusto. Raciones para compartir escasas y alguna de ellas excesivamente cara para la calidad del plato. Servicio lentísimo y desigual, ya que estábamos diez comensales en el comedor, y sirvieron a otras mesas antes que a nosotros habiendo pedido después. Vino de 2,50 euros/copa servido en una copa de clarete-gas", describe el comensal, que sentencia: "En general, mala experiencia. O espabilan o con la competencia que tienen alrededor les auguro un futuro muy incierto".

La respuesta del empresario no se hizo esperar. "Lamentamos que no les agradará nuestro servicio, de igual modo nos sorprende, ya que la opinión del resto de mesas choca con la suya. De igual modo hay un par de cosas que entendemos no son ciertas en su comentario. En primer lugar, no hubo notas posteriores a la suya, puesto que entraron los últimos al comedor de las mesas de ese día, asique si se les atendió los últimos fue por esa razón", comienza el hostelero.

El empresario, prosigue. "De igual forma comenta la tardanza, pero obvia decir que ustedes mismos atascaron su comanda al parar la elaboración de un plato devolviéndonos un carpaccio para pasar a la plancha. Entendemos que si un cliente pide un carpaccio sin preguntar nada al respecto sobra decirle que es crudo...", dice en su contestación.

Aún hubo más. "Respecto al vino, ustedes pidieron un crianza, el más caro de la carta. Si un vino que vale el triple que el joven base se lo cobramos a menos de la mitad, haga la cuenta de si es caro o no. Sobre la copa, desconozco en cuál tomará el vino con gaseosa, pero esta es una tulipa de casi 400 ml, la más versátil y frecuente en la hostelería. De todas formas, gustosamente se la habríamos cambiado por la de 550 ml que usamos para el menú. De igual modo no es relevante la copa, puesto que tras 15 años en la hostelería el camarero que les atendió sacaría seis copas de toda botella aun sirviéndolas en tazas de café".

Entre más explicaciones, el propietario concluye. "Hemos tenido que disculparnos con otras dos por la molestia que nos transmitieron por las discusiones que ustedes mantenían en mesa casi desde que llegaron".

Los enfrentamientos entre clientes y hosteleros son de lo más habitual en internet. Especialmente en las plataformas especializadas. Son muchos los empresarios que denuncian que algunas de las críticas vertidas en este tipo de webs no siempre son reales, sino que se trata de comentarios dejados para hacer especial daño a la reputación del sitio.

Por este motivo, son muchos los empresarios que urgen a estas páginas a establecer mecanismos de control, a fin de filtrar este tipo de situaciones. Una de las soluciones que proponen para ello, es que se exija una prueba de compra antes de publicar el comentario.

Y es que la reputación en este tipo de plataformas es cada vez más importante para los empresarios, ya que son muchos los clientes que se fían en estas estadísticas antes de reservar una mesa o decantarse por un establecimiento.