Adaptado a la pandemia y reducido al ámbito nacional, pero sin faltar a su cita anual, el Festival de Títeres y Marionetas del Teatro Principal arranca la próxima semana con una programación en la que estarán las compañías La Sonrisa del Lagarto, Zancadillas y La Chana, dedicando sus espectáculos a los niños, esta vez en el hall del teatro y sobre el escenario.

Las asturianas de La Sonrisa del Lagarto serán las encargadas de abrir el festival el martes día 11 con su obra “La mona Simona”, donde adentran a los niños en una jungla en la que los cuentos animan la larga espera de la protagonista “para ver el mayor espectáculo del mundo”, deja entrever Marli. Su compañera, Ave Hernández, explica que en su primera visita a Zamora proponen este original espectáculo de sombras , interactivo y aunado con “la narración, la interpretación y la retroproyección”, enumera. Jugando así con la imagen y el texto “se convierte en un pretexto para fomentar entre los más pequeños el amor al teatro, que es uno de los objetivos de la compañía”, reconoce Marli.

El guiñol regresa a Zamora

Los días 12 y 13 de abril será el turno de la compañía de teatro aficionado local Zancadillas, que se acercará al público infantil con “De reyes y fantasmas”, con tres pequeñas obras que encandilan a los más pequeños. “Es una satisfacción volver a participar en este festival que tiene más de treinta años de historia”, calcula Luis Fernández, agradecido al Principal por contar siempre con ellos, que también tienen una larga experiencia de más de veinte años. “Lo hacemos por puro y duro placer, es un divertimento para nosotros, pero llevamos dos décadas con esta afición”, sonríe.

El guiñol regresa a Zamora

El colofón al festival vendrá de la mano de la compañía salmantina La Chana, que se acerca a Zamora para presentar “Vulgarcito” el viernes 14 de mayo. Una obra que, como explica Jaime Santos, lleva haciendo disfrutar a los niños ya quince años. El protagonista pone todo su empeño, pero sus continuas meteduras de pata en los trabajos que consigue le ponen en más de un apuro en el reino triste en el que vive con su abuelo. Para contar la historia de Vulgarcito, los salmantinos se valen de utensilios cotidianos, presentando así lo que se denomina teatro de objetos. “Todos son reconocibles por el público, para que los asocie fácilmente con la metáfora que se busca en ese momento de la historia”, explica el actor. Se trata de un género teatral que nació en los años 80 en Francia y al que se dedican pocas compañías. Además, la obra está totalmente relatada en verso, “con una rima sencilla, consonante, que los niños reciben muy bien y que les divierte. Es una manera de contar de una manera más animada”, justifica el salmantino, que ansía una vuelta de los teatros a la normalidad, “porque el contacto con el público tiene que ser directo”.

Las entradas del festival para los espectáculos de La Sonrisa del Lagarto y La Chana —que se pondrán en escena sobre las tablas del Principal— son de tres euros, mientras que la obra de Zancadillas será gratuita y se representará en el hall del teatro.